En la mañana de este jueves 12 se publicó el 9 informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus Maidis, en el que se confirman algunos datos que productores y asesores venían anticipando: Hay zonas en las que la chicharrita volvió y con fuerza, revirtiendo la esperada curva de descenso poblacional que las bajas temperaturas propiciaban.
Esta red, compuesta por las más prestigiosas entidades de asesores y científicos de toda clase, además de estar impulsada por la asociación de la cadena (Maizar), alertó sobre el crecimientoen la zona endémica de la chicharrita, donde se las cuentan de a montones en estos primeros relevamientos sobre el maíz de cultivo.
Vale recordar que Dalbulus Maidis es una de las tantas chicharritas que existen, y que son las capaces de transmitir un complejo de enfermedades que aqueja al maíz produciendo achaparramiento, con su consecuente caída de rendimiento.
Es esperable que este insecto esté presente en el NOA, pero distintas condiciones hicieron que se desplace la campaña anterior por toda la zona central del país, reportando pérdidas enormes en la producción de cereal.
Luego de este escenario desastroso, llegaron las bajas temperaturas y con ellas el esperado descenso en la población de chicharritas, que al no tener además maíz para alojarse y alimentarse, desapareció casi por completo del escenario productivo.
Pero se volvió a sembrar maíz, volvió el calor y se dieron lluvias importantes, todo lo que necesitan las chicharritas para prosperar. Es por eso que empieza a darse un proceso de crecimiento en las poblaciones, y hasta ahora hay reportes intensos de presencia en el NOA, con casos preocupantes como el del Chaco Santiagueño.
También comenzó a aparecer en zonas donde la campaña pasada dejó secuelas. En la zona de Jesús María, hay asesores y productores preocupados porque comenzaron a aparecer en los maíces ya sembrados, o de primera.
Si bien hasta ahora la ocurrencia es baja, se comenzaron a reportar en muestras a campo a la tercera planta del lote, lo que indica que seguramente la población en el centro se está desarrollando.
El agrónomo de INTA Jesús María Diego Cordes analizó la situación a Bichos de Campo: “Pasamos el mes de septiembre, octubre, noviembre, sin chicharrita en la zona. Hace dos días atrás, encontramos la presencia de una chicharrita en el cogollo del maíz. Hicimos la captura en el campo, la llevamos a la agencia de Jesús María, la observamos en la lupa y sí, es Dalbulus Maidis. No hay ninguna duda que es el vector del achaparramiento del maíz”.
Esta situación no choca con la de la extensa red “oficial”, pero agrega datos, que hasta ahora no fueron revelados. Según Cordes, lo que indica haber encontrado chicharrita en Jesús María es: “Esto está diciendo que nosotros en esta zona tenemos que estar atentos e intensificar el tema del monitoreo. Simplemente es decir, bueno, hemos pasado unos meses en que no había chicharrita en la zona, pero ahora ya sabemos que hay chicharrita. Entonces hay que salir a recorrer el campo y estar atentos para hacer una correcta identificación del vector.”
Con este escenario, se agrega un ítem más a tener en cuenta en lo relevado por la red oficial. En el informe publicado recientemente, no se registraron Dalbulus en Jesús María, pero se confirma por otro lado que la presencia existe.
Si bien hay presencias que no son reportadas aún por la red, Cordes no cree que se repita lo del año pasado, sobre todo en cuanto a pérdidas. En la pasada campaña, la irrupción de la chicharrita agarró desprevenidos a los productores, y no se sabía bien qué hacer con ella. Si hoy hay presencias, todo parece indicar que hay más herramientas para hacerle frente a la plaga.
Al respecto, el investigador de INTA asegura: “Hay materiales que tienen mejor comportamiento que otros. El tema es que ya se sembró una gran superficie de maíz, entonces hoy esos maíces ya están en V7. Si tenemos en cuenta que en el maíz, el periodo crítico es desde emergencia hasta V8, y hay una sola chicharrita en ese lote, lo más probable es que ese lote llegue a final de ciclo y si llega a tener una pérdida, va a ser mínima”.
“Con la poca experiencia que tenemos en la zona, y al no tener otros registros, si vos me preguntás, ¿va a pasar lo que pasó el año pasado?, yo diría que no. No vamos a tener ese grado de pérdida”, describe Cordes.
La chicharrita está, se identifica, y va a crecer. Eso dicen los especialistas tanto en Jesús María, como en otras zonas del país maicero. Allí en el norte de Córdoba el susto es total, ya que se trata de una región que sufrió pérdidas productivas del orden del 40% en la pasada campaña, con lotes con pérdida total.
“Lo que no tenemos que hacer es confiarnos, hay que hacer el monitoreo y hacer el seguimiento, y de esa manera vamos a poder ver cómo evoluciona el vector, y eso nos va a poner las herramientas adecuadas para implementar el manejo”, resume Cordes.