En el reciente congreso de Maizar, el especialista en agronegocios de la UBA, Fernando Vilella, habló de las posibilidades que abre una nueva tecnología llamada Blokchain para la producción agropecuaria de la Argentina, a la que permitiría monitorear desde su origen. En ese marco advirtió que “hacia adelante ningún producto va a llegar a mercados importantes si no tiene este requisito de trazabilidad y certificación”.
Vilella explicó a Bichos de Campo que el Blockchain se trata de “un sistema de aseguramiento de la calidad en el cual cada uno los integrantes la cadena -desde el proveedor de insumos hasta el consumidor final- puede agregar información que es secreta y se almacena en bloques”.
“Una vez que la información ingresó al bloque es inviolable y no puede ser modificada, por lo cual el consumidor está seguro de que todo el tránsito de un producto -desde los insumos hasta el final- está asegurado y responde a un protocolo de calidad”, añadió.
Mirá la entrevista completa con el director de la Cátedra de Agronegocios de la FAUBA:
Según el especialista en los mercados internacionales, “en el caso de los alimentos (el Blockchain) tiene más que ver con la trazabilidad y con el aseguramiento. Cuando hacés eso lo que generás es confianza” en los diferentes emercados, dijo el especialista, para quien “hacia adelante ningún producto va a llegar a mercados importantes si no tiene este seguimiento”.
Por otro lado, consultamos a Vilella sobre la cosecha récord de maíz y las chances de encontrar mercados para un volumen cercano a 56 millones de toneladas.
“Este año vas a tener un récord de producción y exportación de maíz. El problema que no podemos seguir creciendo en exportaciones si sólo exportamos el grano. Ya lo hacemos con 60% de nuestra producción, cuando Brasil exporta solo 30% de su cosecha y Estados Unidos el 17%”, comparó el especialista. Por eso Vilella consideró que el camino a seguir es agregar valor transformando localmente una mayor proporción del maíz en proteínas, biocombustibles u otros productos más elaborados.
El docente de la Fauba cree que con la alta mortandad de cerdos en China debido a la crisis sanitaria por la Peste Porcina Africana, “hay una ventana de oportunidad para crecer en los próximos cinco o diez años (colocando carnes en ese destino).
“Ojalá lo hagamos”, se ilusionó, aunque reconoció también que la macroeconomía de la Argentina no ayuda a cumplir ese objetivo.