El regreso de las retenciones para las exportaciones de cereales y el aumento para las de soja obligó a sacar cuentas otra vez sobre la conveniencia de hacer soja o maíz, dos cultivos cuya siembra debe definirse en poco tiempo más. Con el nuevo tributo a las exportaciones, además, se ajustan notablemente los resultados en una actividad con mucho riesgo y una presión fiscal creciente.
Fernando Miguez, agrónomo, productor y docente de la Cátedra de Cereales de la UCA, explicó a Bichos de Campo que a partir de la decisión oficial hubo un deterioro notable del margen bruto esperado por los productores. “Todos los cultivos tienen los costos dolarizados, que por ahí reaccionan antes o después, pero (el margen finalmente) se achica”, explicó el especialista.
Respecto del margen que había antes del último cimbronazo del dólar, según Miguez, ahora “tenés 30% menos” de resultado bruto tanto en trigo como en maíz. “Y a eso hay que sacarle impuestos, gastos de estructura y todo lo demás. En campo alquilado el rinde de indiferencia se hace cada vez más alto y el riesgo del negocio es cada vez mayor”, advirtió.
En el caso de la soja, como el aumento de retenciones fue un poco menor (pasó del 25,5% al. 28%) el deterioro del margen no es tan importante.
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Migues señaló que: “lo que cambió fue el dólar soja, que pasó de tener un descuento del 26% al 28% sobre el oficial mientras que el dólar maíz ahora tiene una tasa del 10%”. Es decir, la brecha entre ambos tipos de cambio se achicó a 18 puntos porcentuales, contra los 26 que había antes.
Esto, lejos de lo que parece, implica en realidad un golpe mayor para el cereal. “El margen bruto de maíz se complicó bastante y se habla de que se sembrarían 200 mil hectáreas menos (respecto de la estimación inicial para la campaña). Hay que ver qué pasa. El que estaba sembrando maíz, que ya había hecho el barbecho, es difícil que cambie, pero el que pensaba en el maíz tardío tiene margen para decir ´me pasó a soja´”.
Esa decisión implicaría, para quienes opten por la soja, “tener así un cultivo más barato con menor inversión por hectárea. Si el margen bruto es parecido pero con menos inversión, en un año complicado desde lo financiero, entonces tiene más ventaja la soja”, razonó Miguez.
También destacó que una contra que tendría la soja este año es “hay poca semilla” por el impacto de la seca del verano y las lluvias durante la cosecha. “Los lotes buenos son los cosechados antes del temporal, pero hay soja con problemas de hongo y bajo poder germinativo. Le recomendaría al que piense sembrarla que se asegure la semilla desde ahora”, advirtió.