Un biotipo de nabo del sudeste de la provincia de Buenos Aires se ha confirmado como el primer caso probado a nivel mundial de resistencia al herbicida flurocloridona, según informó la Red de Malezas de Aapresid, que lamentó que “esta nueva resistencia se suma a las ya registradas en esta especie a glifosato, inhibidores de la ALS y 2,4-D.
Brassica rapa L. (“nabo silvestre”) es una maleza anual o bienal perteneciente a la familia de las Brassicaceae, y que ya está presente en la mayoría de los cultivos en el centro y sudeste bonaerense. Emerge generalmente en otoño e invierno, aunque en la provincia de Buenos Aires se han observado nacimientos prácticamente durante todo el año. De esta manera, se encuentra como especie altamente invasora en todos los cultivos extensivos.
Los relevamientos realizados desde la Red de Manejo de Plagas (REM) de Aaapresid indican que la presencia de los nabos resistentes a glifosato, ALS y 2,4D ha aumentado en Argentina entre 2019 y 2023, en particular en el sudeste y centro de Buenos Aires, donde el 100% de los partidos presentan la problemática de nabos resistentes a los tres mecanismos de acción. Pero la maleza va en aumento hacia el centro del país.
En 2018, a partir de la resistencia múltiple a glifosato, ALS y 2,4D, se generalizó el uso de flurocloridona como herbicida residual de presiembra o preemergencia en lotes destinados a trigo, cebada, girasol y en algunos casos maíz, e incluso para tratar escapes dentro de los cultivos invernales en postemergencia.
Pero sucedió. En 2021/2022 comenzaron a reportarse controles parciales con dicho herbicida, con nacimientos cada vez más frecuentes del nabo. Esta falencia a nivel de campo se intentó compensar con aumentos de dosis, aumentando así la presión de selección.
En este contexto es que la REM confirmó el “primer caso a nivel mundial de resistencia a flurocloridona y cuarto mecanismo de acción para nabo”.
La flurocloridona es un herbicida residual y selectivo de preemergencia que actúa inhibiendo la fitoeno desaturasa, una enzima esencial en la biosíntesis de carotenoides, lo que provoca una clorosis y la posterior muerte de las plantas. En Argentina, su uso se encuentra registrado para: trigo, cebada, girasol, maíz, algodón, arveja, avena, centeno, entre otros.
La peligrosidad de la flurocloridona para desarrollar resistencia es moderadamente baja, principalmente por ser un modo de acción poco frecuente en comparación con otros grupos de herbicidas. Esto, al menos hasta ahora, “la posiciona como una buena herramienta para diversificar el esquema de control y disminuir la presión sobre grupos más problemáticos” de malezas, indicó un informe de Aapresid.
Que lamentó: “No existen antecedentes a nivel mundial de resistencia a la flurocloridona”.
Luego se explicó que “si bien hay reportes de resistencia a inhibidores de PDS en otras especies de la familia botánica Brassicaceae, principalmente al activo diflufenican, a nivel mundial este caso argentino es único, con la connotación de ser una resistencia múltiple a cuatro mecanismos de acción diferentes”.
El hallazgo de esta resistencia se debe agradecer a los investigadores Víctor Juan, Lucía Ledesma y Federico Núñez Fré, quiens tenían como objetivo principal estudiar la respuesta de biotipos locales de Brassica rapa L. al herbicida flurocloridona aplicado al suelo en preemergencia de la maleza, en el contexto de una problemática creciente de malezas resistentes.
Para eso se realizó un ensayo de dosis respuesta en macetas dispuestas en el invernadero de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, con semilla recolectada de dos biotipos: uno proveniente de Tandil de un lote con aplicaciones anuales ininterrumpidas de flurocloridona durante los últimos ocho años, y otro de Olavarría donde solamente se aplicó el herbicida en dos oportunidades durante este mismo intervalo de tiempo. Cabe destacar que ambos biotipos presentan resistencia documentada a glifosato, inhibidores de la ALS y herbicidas hormonales.
Tras múltiples ensayos, los resultados confirmaron que “la población de Tandil presenta resistencia efectiva a flurocloridona, representando el primer caso de resistencia al mencionado herbicida reportado en Brassica rapa en Argentina, y constituyendo un nuevo caso de resistencia múltiple a cuatro mecanismos de acción”.
Este nuevo hallazgo se suma a los casos de resistencia ya registrados en el país, constituyendo el biotipo número 49 de malezas resistentes reportado a nivel nacional.
Para Aapresid está claro que “Esta confirmación representa un desafío significativo para el manejo de malezas, particularmente crucíferas, en el centro y sur de Buenos Aires. Dado el historial de resistencia en la especie y la creciente presión de selección, es fundamental adoptar estrategias de manejo integrado para mitigar la propagación de biotipos resistentes”.