Por Fabricio González
“Puede sonar romántico, pero es muy real”, dice este hombre joven (el 3 de diciembre cumplirá 40 años), cuando habla de cooperativismo. Se llama Felipe Gerbán, y el 24 de setiembre, luego de una asamblea y mediante voto secreto, sus compañeros de la Cooperativa de Trabajo JJ Gómez le renovaron el mandato como presidente de manera unánime.
Justo en el límite entre Allen y Roca, pero del lado de Roca, y cerca del río, hay una chacra de 37 hectáreas que los trabajadores compraron hace dos años. Ahí, sobre un parque verde, y un silencio infinito que fue resquebrajado en dos o tres oportunidades por unos loros, Felipe abrió el arcón donde guarda los conceptos que han llevado a una “fábrica recuperada” a sortear los mil y un escollos, y que hoy se prepara para incorporar más mano de obra, y que además ya tiene los planos para levantar una nueva planta de faena.
A lo largo de la charla surgen como pilares algunas definiciones: coherencia, pensar a 10 años, independencia, vivir e invertir.
-¿Es el sistema cooperativo válido, en un contexto de Pymes en permanente zozobra, para llevar adelante una empresa?
-No es un sistema perfecto, tiene sus dificultades. Porque muchas veces uno piensa que somos muchos, que es algo colectivo, que nos pertenece a todos. Y el concepto que tiene la sociedad es que es muy difícil llevarlo adelante. A nosotros, ahora después de casi veinte años, nos parece fácil. Fue bastante difícil al comienzo por todo lo que nos pasó, como las cuestiones legales, la fábrica en estado de abandono, que no nos conocíamos entre algunos compañeros. Pero es un sistema que puede permanecer en el tiempo sin ningún problema. Escuchando al otro, que haya mucha participación, que sea bien democrático. El sistema para mí es muy bueno porque lleva a un bien colectivo. No es un bien particular. Nadie está haciendo un esfuerzo solamente por él, sino por todos los compañeros y por su familia. Se aporta desde ese lado. Así que nos parece bárbaro. Por como venimos trabajando nos da resultado. Por un lado es como romántico el sistema, porque es algo para todos. Pero creo que aparte de que sea romántico, tiene que ser real. O sea que los trabajadores y sus familias realmente tengan un buen salario, que tengan una cobertura social, que se puedan llevar bien entre compañeros, sin hostigamiento de parte de los patrones. No tenemos patrones. Sí hay gente que coordina. Para mí el sistema funciona con conciencia, siendo coherente en las decisiones que se toman. Por eso es un proyecto que puede durar muchísimo tiempo.
-Decías que el beneficio tiene que ser real. Si hoy tomamos un trabajador de la carne bajo patrón y otro de la cooperativa, como están en relación al bolsillo?
-No voy a hablar de números, pero en comparación estamos un poquito más del 20% por encima del sueldo promedio que gana un trabajador de la carne. Por lo menos en Río Negro y Neuquén, que son los datos que yo tengo. Pero no se trabaja solo en eso, sino que el trabajador se lleva un bolsón de verdura, tiene todos los elementos de protección desde el primer día que empezamos con la con la pandemia; se trabaja mucho en las relaciones personales, en las relaciones humanas entre los trabajadores. Más allá del número, creo que somos todos seres humanos, somos todos compañeros y se trabaja mucho en eso. Aparte de ser dueños de la planta, hoy son dueños de una granja autosustentable, por ejemplo. Creo que va más allá de ser un trabajador de un frigorífico.
-Hay ejemplos frecuentes de empresas que van a la quiebra y los trabajadores quedan a la deriva. Conflictos extensos sin que se puedan cobrar los salarios. Cuando ve esos conflictos, piensa que la conformación de una cooperativa es una salida posible?
-Sí. Más viéndolo después de 20 años, y luego de todo lo que pasamos cuando esto comenzaba. Que no había legislación sobre el tema. Y hasta fuimos partícipes de esa reforma en la ley de quiebras. Hoy, si una empresa quiebra, el Juez tiene que preguntarle a los trabajadores si quieren hacerse cargo y mediante una cooperativa continuar con la explotación de la fábrica. Muchos, la mayoría de los trabajadores, lo desconoce y la sociedad lo ignora. Pero esto es ley. Vemos sí que cada año que pasa, es complicado, porque la sociedad de va tornando mas individual. Hemos visto, y nos ha pasado con empresas que han cerrado y en las que hemos estado dando una mano, que muchas veces no se pudo llegar. Y no fue porque no hayamos tenido voluntades o apoyos políticos, no fue porque no hayan estado las ganas, sino que muchas veces la gente no creyó en su propio compañero y se terminó desarmando el grupo. Y no fue porque las leyes no estaban. Hoy se puede trabajar sobre eso y las voluntades se pueden lograr. Pero sí me parece la mejor salida, porque después de 20 años vemos que el frigorífico trabaja mucho mejor que cuando trabajaba con patrones. No estamos diciendo que todos los patrones son malos ni nada. Lo que estamos diciendo es que para nosotros el trabajador se puede organizar diferente y puede hacer que una empresa, por los costos, por un montón de cuestiones que tienen que ver con la distribución de lo que gana una empresa, que va dividido distinto. Los impuestos son distintos y un montón de ventajas impositivas que se tienen y de más; y se puede administrar de una manera mejor. Por eso decimos que sí, que es muy buena alternativa cuando una empresa cierra, que los trabajadores se organicen y puedan salir adelante.
-¿Qué pasa con la grieta y la política? Todos deben tener su identidad política….
-Siempre, desde un principio que se comenzó con esto en el 2001, la cuestión política partidaria fue separada de lo fue la organización. Todos saben cuál es mi ideología política. Conozco cuál es la ideología política de los compañeros. Pero nunca la mezclamos. Y creo que eso tiene que ser la clave. O sea, primero saber qué piensa cada uno y cuál es su ideología, para saber de dónde viene cada opinión y demás. Pero lo importante es que, como las decisiones se toman por asamblea, es la mayoría la que la que decide. Y tratamos que las peleas políticas de los dirigentes queden siempre afuera. Todos sabemos cómo es la cuestión político partidaria: Los que hoy nos están gobernando, tal vez mañana puede cambiar el signo político, y ya no están. Y nosotros tenemos que continuar. Así que somos conscientes de eso hace mucho tiempo. La idea es tener una relación con todo el mundo. Algunos nos darán un poquito más de bolilla que otros, pero en definitiva nosotros estamos como para otra cosa. No somos dirigentes políticos hacia la sociedad. Trabajamos y dejamos separado eso. Y creo que también es un buen sistema, porque nos ha dado buenos resultados, y no hemos tenido peleas por cuestiones de este tipo.
-¿Cuándo se reúnen y hablan del frigorífico.. qué proyectan, qué sueñan?
-En definitiva nuestro proyecto es generar puestos de trabajo. Para JJ Gómez, para General Roca. Y también ir creciendo en calidad de vida de cada trabajador. Esos son nuestros proyectos. Que cada trabajador pueda estar un poquito mejor. También ser más independientes. Esto de la chacra tiene que ver con eso. Esa es la clave para mantenerte en el tiempo. Los proyectos son muchos. Estamos hablando de hacer un frigorífico nuevo. De hacer una playa de vacunos fuera del barrio de JJ Gómez, por como viene creciendo la población para ese lado. No queremos tener problemas el día de mañana por quedar en el medio de la ciudad. Hay otros proyectos también, como la posibilidad de poder exportar a Países Árabes, y por la cuestión religiosa se nos pide que la faena de ovinos y caprinos no esté dentro de un lugar donde también se hace faena de cerdo. Por eso evaluamos si hacemos la playa de corderos fuera del predio de JJ Gómez, o la de vacunos. Estamos esperando los informes de la cámara emiratí para evaluar eso. Pero vamos despacito, paso a paso. Con pasos firmes para tratar de no retroceder, y equivocarnos lo menos posible. Siempre nos planteamos cómo vamos a estar 10 años para adelante, y la verdad que vemos que hay mucho futuro. Por ejemplo por el lugar donde estamos estratégicamente, la localización en relación a toda la población de Rio negro y Neuquén. Hoy somos el segundo frigorífico en el ranking de faena de la región.
-Muchos frigoríficos incorporan lo que se denomina Ciclo 2, que es, como parte del servicio, entregar la carne ya despostada, trozada, para facilitar la comercialización.. Qué tan lejos o qué tan cerca están de esa etapa?
-Si estamos pensado en eso también para el mediano plazo. Creo que lo vamos a poder estar concretando. Existen algunas líneas de financiamiento a las que ya accedimos. Por lógica, estamos orientados en principio hacia el ovino. Pensamos en el cordero, porque estamos acostumbrados culturalmente a que se consuma entero en un cumpleaños o un evento especial. Pero trozado se lo puede consumir todo el año. La idea es regular la actividad de los productores en el campo, para que el año sea más largo. Por eso la idea es tratar de cambiar un poquito la lógica del consumo, para no comprar un cordero entero, sino por piezas. Así que se está trabajando sobre eso. calculamos que ya para esta temporada no lo vamos a tener, pero para la temporada 2021 ya estaría en marcha.
-Usted habla de adaptar el frigorífico a nuevas exigencias. En ese contexto, ¿cuál es el nivel de inversiones para mantener las instalaciones y adaptarse a nuevas exigencias sanitarias? Teniendo en cuenta que, por ser un sistema cooperativo, cada peso que se invierte, no se distribuye…
-Exactamente. Tenemos un sistema que es como si fuera mitad y mitad. La mitad se invierte y la mitad es lo que se llevan los trabajadores. Fuera de lo que son los impuestos. Es un sistema que nos ha dado resultado por siempre se piensa a futuro. No queremos que nos pase que, tal vez como le pasó a otras empresas, que por no invertir se vaya cayendo todo, o que con el tiempo no podamos cumplir con determinado nivel para acceder a nuevos proyectos. Se venía invirtiendo a un buen ritmo, pero se frenó un poco porque el cuero hoy no tiene valor. Ahora está repuntando un poquito. Pero desde que comenzó la pandemia ya venía en caída y es una situación que están viviendo todos los frigoríficos del país.
-Si se recupera el precio del cuero, tendrían una reserva importante.
-Si no hubiéramos tenido esa caída en los precios del cuero, y los efectos de la pandemia, hoy podríamos estar afrontando la construcción de cualquiera de estos dos frigoríficos. El de vacunos o el de ovinos. Pero recién la semana pasada pudimos sacar dos cargas de cueros.
La coope siempre dando pasos firmes. Y como dice el titulo con los pies en la tierra y la mirada en la posibilidad…