Federico Manfroi (37) venía de aprender a preparar ovejas (peinarlas) en una cabaña familiar para entrar a pista de competición -en nuestro país la más importante es la Sociedad Rural de Palermo-, cuando su padre Omar adquirió 25 hectáreas en el periurbano de Venado Tuerto, al sur de la provincia de Santa Fe, donde se fue a vivir con su esposa.
El campo era tan pequeño que no les convenía hacer allí agricultura, que era a lo que Omar se venía dedicando. Entonces se preguntaron qué producir en una parcela tan pequeña. Se definieron por la cría de ovinos, oficio que ya había aprendido ‘Fede’, en particular con la raza Hampshire Down, conocidas como las ‘cara negra’, de origen inglés, que se adapta a distintos ambientes, desde la Patagonia hasta el norte de nuestro país.
De crecimiento rápido, el cordero pesa mucho al poco tiempo de nacido. Por eso la Hampshire es eminentemente carnicera y sus cortes tienen un especial marmoleo, como se denomina la justa cantidad de grasa intramuscular, que le da terneza y gran sabor.
Omar, que es ingeniero agrónomo Omar Manfroi, decidió nombrar a Federico como encargado del emprendimiento familiar. Le pusieron por nombre Cabaña La Manfrina. Sus comienzos datan de apenas 5 años, pues inició su actividad en 2018.
Actualmente Federico se ha ganado un reconocimiento tal como “preparador” que todos los años es contratado por productores de Río Grande del Sur, en Brasil, con el fin de preparar sus ovinos para exponer en la Expointer de Esteio, al norte de Porto Alegre, considerada una de las ferias agropecuarias más grande de Latinoamérica. Se ha destacado tanto allí, que le están pidiendo que dicte cursos para formar preparadores de ovinos.
Con Federico hablamos durante una visita a la cabaña:
-¿Cuál es la modalidad de la cría de los ovinos en su cabaña?
-La producción es a campo con pastoreo rotativo, con pastos naturales y pasturas hechas, verdeos, que andan muy bien. La oveja, solamente a campo, se raciona cuando tiene el cordero ya en pie, después de que parió.
-En ese momento de mayor debilidad tenés que ir con alguna suplementación, porque el pasto no alcanza… ¿Pero el resto del año es todo pastura?
-En realidad, como hago cabaña, me gusta darle un plus, sobre todo al cordero. Pero si no, teniendo buen pasto, se la bancan sin problema. Además trabajo con algunas tecnologías como Creep Feeding, para ayudar a que el cordero entre solo a comer su ración y a su vez esté con la madre.
-¿El oficio de preparador es una especialización dentro del mundo ovino?
-Sí, sobre todo en razas carniceras, como la Hampshire, que se necesita cortarle la lana, bañarlo, al animal, peinarlo. En cambio, una raza lanera debe ir con el vellón, para que se lo midan. Después yo quise independizarme para criar las ovejas a mi modo, porque yo quería que el animal fuera productivo y funcional.
-¿Qué querés decir con funcional?
-Que no necesite tanto de la ayuda del hombre para funcionar, que se adapte y maneje solo, que intervengamos pero solo para ayudar a que se conduzca del modo más natural posible, solo, para preñarse, parir, que se adapte a su entorno, a las condiciones climáticas, que pueda funcionar solo, que vaya al campo, vuelva y coma solo, que el carnero “salte” a la oveja, lo más parecido a la naturaleza.
-Finalmente así cumple con su ciclo productivo.
-Por eso empezamos a tomar datos para tratar de hacer funcional al animal, como toma de peso al nacer y al destete, empezamos a hacer ecografías de calidad carnicera, para medir el área del ojo de bife, la grasa dorsal y la grasa intramuscular o marmoleo.
-Te lo tomaste muy en serio… ¿Ese cúmulo de datos luego avalan su comportamiento en el campo?
-Esa es la idea. Contratamos a la veterinaria Lorena Caruso para hacer las ecografías, que es común hacerlas en bovinos pero no ovinos, y al veterinario Gastón Codutti, que está en un nodo de Ovis 21, para hacer el animal a campo.
-¿Hacer este tipo de ganadería regenerativa con ovejas es bastante innovador aquí en tu zona?
-Algo que vi es que no llegaban a comer al final de los lotes, y siempre iban comiendo el rebrote. Nos costaba rotarlos. Vino Gastón y me preguntó por qué tenía los lotes tan largos. Pues hicimos la modificación y comenzamos a hacer el sistema racional de pastoreo. Hoy manejamos más de 20 ovejas por hectárea, con suplementación muy puntual. Sobre todo, darles un plus a los borregos, que son los que más gastan energía porque los machos se pelean, y que van a ir a exposición junto a las borregas. El pastoreo me logró ensanchar el campo.
-Un promedio, sin este manejo, es de 6 a 7 ovejas por hectárea. ¿Vos lo triplicaste y además estás cuidando el recurso suelo?
-Sí, a pesar de la sequía no pudimos tener el pasto ideal, pero las ovejas siempre estuvieron bien, no sufrieron y no hubo suelo desnudo en ninguna parte.
-¿Es difícil el pastoreo rotativo con las ovejas, a diferencia de la vaca?
-Es distinto, es más difícil que la vaca, pero se puede trabajar. Necesitás más alambres y tensionarlos más, porque la oveja siempre busca pasarlos por abajo. Y cuidar mucho los boyeros, que no pierdan nada. Estar más atento. Hay momentos en que no sabés por qué se pasan, teniendo pasto, y alguna rebelde se va a buscarlo a otro lado.
-¿Cuál es el negocio de tu cabaña? ¿Mejorar la genética de la especie Hampshire Down para ofrecerlos a otros productores y que ellos mejoren sus rodeos?
-Esa es la idea. La toma de datos es porque al ser una raza carnicera también podamos lograr un cordero de faena en menos tiempo, un animal que engorde y se convierta rápido en carne, que el animal se sepa hacer a campo, que no necesites agregarle más de lo que vos tenés en el campo.
-¿Y cuáles son los factores que te indican que ya lo podés vender?
-Aún nos faltan más datos, pero una es la facilidad de parto y después la ganancia de peso, cada vez más rápido, y si se puede lograr melliceros, mejor, porque multiplicás más rápido el rodeo y tenés más kilos de destete por hectárea.
-¿Y cómo venís con esto de la doble cría?
-Por las fechas de servicios que vine haciendo en los dos años anteriores, el 60% va a ser de melliceros. Una oveja parió ayer y en la cuarta parición ya dio 8 corderos, con trillizos en una, a los que crió sola. Solo la ayudé en la suplementación, pero no le agregué mamadera al cordero ni nada. Y fijate lo que es la especie y la raza: por lo general los destetes se dan en los corderos, arriba de los 28 kilos. A una oveja mellicera la desteto a los 30 kilos. Y te está dando, casi el peso de la oveja en el destete, entre los dos corderos.
-¿Sólo Hampshire Down o querés especializarte además en otras razas?
-Por ahora prefiero especializarme más en esta raza, porque si no se complica mucho.
-¿Y te estás corriendo de aquella vocación original cuando eras sólo preparador para competir?
-La idea es llegar a competir en Palermo u otra exposición, pero con el animal hecho por mí, como yo quiero y que me guste. Por ahora vendo animales para que mejoren sus rodeos a productores de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Esta zona tiene una gran tradición ovina de Hampshire Down. En 30 kilómetros somos 7 cabañas y hacemos juntos un remate. No descarto hacer agricultura y me gustaría hacer también bovinos, pero el ovino me ha dado una identidad y mi corazón hoy está en la oveja.