La Ley de Semillas (Nº 20.247) nunca se actualizó: sigue siendo la de 1973, antes de que existieran los transgénicos. Además, el Instituto Nacional de Semillas (INASE) está siendo gestionado por un funcionario que algunos ligan a los sectores más progresistas del peronismo e incluso a la famosa “La Cámpora”. En este marco, no debería haber posibilidad de abusos. Y sin embargo…
Sin embargo, la Federación Agraria Argentina (FAA), luego de una reunión de su Comisión de Semillas, salió a denunciar que las empresas semilleras están abusándose del productor, sobre todo a través del avance del sistema de “regalías extendidas”. Según el comunicado de la entidad, la ofensiva es tal que corre peligro el derecho al “uso propio”, que es aquel que tiene el productor de conservar una parte de sus cosecha para utilizarla como semilla al año siguiente.
Según este pronunciamiento, el derecho de “uso propio gratuito”, consagrado en la Ley de Semillas y Creaciones Fitogenéticas y en UPOV 1978 (un acuerdo internacional sobre la propiedad de las semillas), “está siendo vapuleado por la industria semillera y el INASE no actúa como debiera”.
“La flexibilización de derechos en favor de las grandes empresas, transnacionales en su mayoría, con una clara transferencia de recursos y propiciando su concentración, se refleja en el avance de condiciones de regalías extendidas en la mayoría de las variedades y la imposición de parte de la industria semillera (a través de contratos, facturas y de forma unilateral) de compromisos a los productores que se ven reflejados en una renuncia a su derecho de uso propio gratuito”, denunció el comunicado.
Los federados, que muchas veces se interpusieron a un acuerdo dentro de la cadena agrícola para lograr una actualización de la Ley de Semillas, agregaron que actualmente “los productores reciben innumerables cantidades de mails, llamados telefónicos, cartas documento, notas y facturas, con condiciones estipuladas en el abuso de posición de la empresa proveedora de tecnología “.
Allí cargaron contra el nuevo presidente del INASE, Joaquín Manuel Serrano, de quienes muchos dicen que llegó al cargo de la mano de Máximo Kirchner, el hijo de Cristina.
La FAA, en su comunicado, señaló que existe una ausencia por parte del Estado para accionar en defensa del derecho consagrado al uso propio. “Parece ser que el sistema de ‘contralor’ no se enfoca en la compra de semilla fiscalizada únicamente, sino en ‘colaborar’ con el dueño de la semilla para cada vez hacer más angosto el camino del uso propio gratuito”, indicó la organización.
Para defender el derecho ancestral de los agricultores a usar sus propias semillas, la Federación reclamó “claridad en las facturas de compra, transparencia en los mecanismos de control, un Estado presente en la defensa de la ley y sus derechos consagrados; bregamos por el Orden Público en materia de semillas”.
El régimen de “regalías extendidas” se enmarca dentro de un acuerdo entre privados y, por lo tanto, el Estado no tiene injerencia en el mismo, dado que el INASE sólo tiene atribuciones para hacer cumplir la normativa vigente. (Ley N° 20.247), la cual garantiza la posibilidad de realizar “uso propio” de semilla de propia producción.