No es para asombrarse porque todos sabíamos cómo venía la mano: el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, parece convencido de que la acelerada inflación es culpa de especulación de las cadenas productivas y comerciales, y que la política económica -con déficit fiscal, emisión monetaria y brecha del tipo de cambio- no tiene nada que ver. Tampoco debe llamar la atención, entonces, que el funcionario busque responsables afuera para sostener ese relato.
Lo increíble es el nivel de agresividad, plagada de falsedades y preconceptos, que utilizó el funcionario para dar a conocer su posición en una conferencia de prensa, donde ademán anunció una nueva de medidas de control de precios. Todo esto, lo dicho y lo hecho, configura un escenario preocupante para el sector agropecuario y la industria alimenticia.
La fabulosa fantasía de Feletti y su fideicomiso para fideos fomentan un fenomenal festival de forradas que fastidia. A los propios y a los ajenos fastidia.
Desde la sede de Desarrollo Productivo, Feletti consideró que hubo ataques especulativos detrás de los aumentos de los alimentos en febrero y la primera mitad de marzo. Los atribuyó a quienes “quieren comprarse más departamentos en Miami, más 4×4 y salen a las rutas a exhibir el lujo que tienen porque quieren convalidar una suba de 50% en dólares en sus stocks por solo efecto riqueza. Lo dije la otra vez: si vamos así, la Mesa de Enlace va a decidir lo que comemos”, señaló Feletti.
La alusión a los productores agropecuarios -que rara vez pueden interferir sobre los sistemas de fijación de los precios de sus productos, que se forman en mercados lejanos como Chicago- estaba cantada. Aunque luego los principales dardos del secretario de Comercio apuntaron hacia las industrias alimenticias que venden alimentos elaborados y que son las que han acordado que algunos de sus productos se venden bajo el programa de Precios Cuidados.
“Nadie le pide a las grandes empresas que pierdan plata, pedimos el cumplimiento de Precios Cuidados y que no haya por fuera de eso ataques especulativos”, señaló el funcionario, desconociendo que la mayor parte de las empresas que comprometen congelar sus precios luego terminan sufriendo pérdidas porque sus costos continúan subiendo.
De todos modos, para Feletti esa no es una buena excusa: “A diferencia del 2018 o 2019, hoy (las empresas) presentan ganancias importantes, y está bien, pero también deben ayudar y acompañar políticas de regulación para llevar certidumbre a los argentinos y argentinas en su comida diaria”, advirtió.
El titular de Comercio Interior, como viene sucediendo últimamente, enfrentó también sin ruborizarse al minsitro de Agricultura, que había dicho que había cuidar al campo y lo consideró “la gallina de los huevos de oro” que tiene la Argentina.
“Yo propuse suba de retenciones a la soja, el trigo y el maíz. Y lo sostengo. No puedo entender cómo hay sectores de la producción argentina que quieren que se les convalide un efecto riqueza en dólares del 50% solo por acopiar un cereal“, subrayó, volviendo a hacer flamear la amenaza de una suba de derechos de exportación a los cereales.
Más adelante afirmó que “no es cuestión de tener la gallina de los huevos de oro, pero que el oro se lo queden en el gallinero”.
Mezclando todo, productores primarios con grandes empresas alimenticias, productos estacionales con commodities agrícolas, y así… Feletti explicó que en febrero impactaron los aumentos de precios del rubro de las verduras y de los comercios de proximidad, en parte por “una política de algunas empresas alimenticias de canalizar por lugares menos controlados y regulados ciertos desvíos de precios mayores”.
“En marzo, hubo otro desafío y problemática, la invasión de Rusia a Ucrania provoca un dislocamiento del comercio internacional en alimentos, un cambio drástico del escenario que impacta en los farináceos harina, fideos, pan, pastas y derivados”, resumió Feletti en la conferencia de prensa.
Allí, tras anunciar que habrá una canasta de 60 productos alimenticios con precios custodiados en los llamados comercios de proximidad, el funcionario comentó una serie de medidas que podrían tener impacto directo sobre el sector agropecuario:
- Dijo que se está “armando una canasta de productos frescos en frutas y verduras”, que complemente la de los cortes cuidados de carne, y permita evitar la estacionalidad de esos productos.”Va a estar vigente junto con la renovación de precios cuidados el 7 de abril”, informó Feletti.
- Insistió que su flamante fideicomiso para desacoplar el trigo, y por primera vez confirmó que dentro de dicho mecanismo “se fijará la tonelada para la harina de consumo en 25 mil pesos, que es el valor que tenía el trigo antes de la guerra en enero”, con lo cual el subsidio directo a los molinos que venden harina para la elaboración de pan podría superar los 10 mil pesos por toneladas.
- En ese marco, “la bolsa de harina industrial de 25 kilos se venderá a 1.150 pesos” al circuito de panaderías, por un total estimado de 3,5 millones de toneladas de trigo. “El Gobierno compromete entre 350 millones y 370 millones de dólares” para mantener el precio, indicó, haciendo referencia a la recaudación esperada por la suba de dos puntos en las retenciones al complejo sojero.