En Puerto Madryn, la localidad costera de Chubut, no hay árboles frutales, más allá de alguno perdido en algún patio de una casa. Sin embargo, pese a no ser una zona productiva, esa ciudad concentra por estas horas la atención del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Sucede que allí, a partir de los primeros días de diciembre, se detectó la presencia de ejemplares de la Mosca de los Frutos, una de las peores plagas que enfrenta la región Patagónica.
De hecho, mediante la Resolución 15/2019, publicada este jueves en el Boletín Oficial, el Senasa declartó ese área en “emergencia fitosanitaria”. Según reconoce la propia resolución, la decisión de manual se adoptó porque “con fecha 10 de diciembre de 2018 se detectaron ejemplares adultos de Mosca de los Frutos (Mosca del Mediterráneo – Ceratitis capitata) en el área urbana de la ciudad de Puerto Madryn, constituyendo una captura múltiple”.
A partir de este resolución, se estableció un área de emergencia en una superficie comprendida en un radio de 7,2 kilómetros alrededor del sitio donde se produjo la detección de la plaga. Según fuentes del servicio, como no hay cerca un área productiva de frutas (Puerto Madryn es una suerte de oásis en medio de la ruda estepa patagónica) el hallazgo se produjo en el patio de una vivienda.
El Senasa aclaró que, gracias a estas medidas, “la declaración de la emergencia fitosanitaria no implica la pérdida del reconocimiento internacional de los valles de la región patagónica (donde sí abundan los frutales) como Área Libre de Mosca de los Frutos”. Suspiraron de alivio los productores del Alto Valle del Río Negro y del Neuquén, del Valle Medio y el Valle Inferior del Río Negro, del Valle del Río Colorado, del Valle de General Conesa y del Valle Inferior del Río Chubut, donde si hay explotaciones comerciales de frutales.
Hace poco tiempo atrás un episodio semejante se había registrado en la localidad de Villa Regina, en Río Negro. En ese caso, en plena zona productiva de peras y manzanas. Pero la emergencia fue superada con una declaración semejante a la que ahora se adoptó para Chubut.
Esta variedad de mosca constituye una plaga porque ataca a un gran número de frutos, causando una importante pérdida de valor económico y también costosas restricciones comerciales. Ataca especialmente damascos, ciruelas, duraznos, higos, tomates, pimientos, peras, manzanas, uvas, membrillos, mandarinas, naranjas, pomelos y otras especies. Por eso se la considera una de las plagas agrícolas más destructoras del mundo.
Aunque el Senasa no ensayó una explicación sobre la aparición del insectos en un ciudad donde prácticamente no existen árboles frutales, lo más probable es que la plaga haya ingresado con algún cargamento de frutas que llegaron desde el norte del país. La Región Patagónica, por ejemplo, es importadora de una gran cantidad de frutas cítricas, ya que allí no se producen. En ese caso, el episodio estaría marcando la alta vulnerabilidad de la Barrera Sanitaria Patagónica, una serie de controles ubicados en el acceso a la región protegida, a la altura del Río Colorado.
En función de ello, el Senasa solicitó la colaboración de los turistas para evitar el traslado de fruta, y recomendó no esconderla o consumirla antes del ingreso a las barrera.