En el visible ocaso del kirchnerismo como movimiento político, con Sergio Massa y su equipo tratando de sacar agua de la cubierta de un barco que se hunde, el secretario de Agricultura de este etapa, el entrerriano Juan José Bahillo, se permite algunos pequeños lujos, como reconocer a viva voz que las retenciones son un mal impuesto o proponer un debate espinoso para lograr una nueva Ley de Arrendamientos. También darle la razón al productor agropecuario en este momento de cruda sequía.
Son todos aquellos debates pendientes que Cristina Kirchner no permitió crecer durante tantos años de poder ejercido de modo fulminante y claramente autoritario. Pero son debates necesarios que quedan expuestos ahora, cuando la Reina está expuesta como nunca antes a morder la lona, así como está al borde del nocaut el sector agropecuario debido a la golpiza que le está propinando la sequía.
Bichos de Campo entrevistó a Bahillo, quien es productor de leche y empresario en Entre Ríos, provincia a la que espera volver algún día como gobernador, en el marco de una Expoagro en la que el gobierno (o lo que queda de el) desplegó a varias de sus espadas para tratar de mostrar que está cerca y tiene herramientas para ayudar a los productores afectados por la emergencia climática en estos meses. José Ignacio de Mendiguren, Silvina Batakis, el propio Bahillo y hasta Wado de Pedro (posible remake de un kirchnerismo agotado) pasaron por aquí. El mismísimo Massa lo hará en las próximas horas.
Mirá la entrevista completa:
-Días atrás lo felicitaba porque dijo, siendo secretario Agricultura, que había que discutir sobre las retenciones. Ahora, cuando llega el ultimátum de las entidades agropecuarias diciendo no están cumpliendo con las medidas de alivio a la sequía, éll dice puede ser que tengan razón y pide que los ayuden a tratar de implementarlas. Además te dicen entiende la dificultad de la sequía porque es productor. ¿Entonces el campo no está exagerando?
-Yo digo que no, a mi entender. Hagamos una evaluación. El productor el año pasado tuvo una muy buena cosecha de trigo y con eso tuvo un buen ingreso. La cosecha de trigo en general se utiliza para fortalecer el capital de trabajo, para sembrar la soja y para el maíz, que tiene una alta demanda en inversión por hectárea en la siembra. Pero este año no tuvo trigo, y no tuvo el maíz de primera. Fue realmente casi un fracaso. Por eso se reconvirtió fuertemente hacia el maíz de segunda y en soja más tardía. Algo se está cosechando, pero con bajo rinde, con lo cual -en términos muy coloquiales-, tampoco la embocó el productor. Venía con una expectativa razonable hasta hace 15 días. Pero estos últimos 15 días (sin nuevas lluvias y con mucho calor) complican un poco.
-¿Y ya no hay chances?
-Aparentemente el próximo fin de semana se abre una ventana de lluvia. Hay que ver cómo llega el cultivo al próximo fin de semana. En los últimos seis meses, de noviembre a marzo en Rosario llovieron 175 milímetros. Es el peor registro en 70 año. Bueno, en ese contexto, el productor obviamente que no está pasando por el mejor momento. Y cuando no pasa por el mejor momento hay una brecha entre la expectativa y la realidad. A todos nos pasa, te enoja o te frustra. Fundamentalmente te decepciona. Y por eso yo digo que el Estado tiene que estar ahí presente. No se puede negar que hoy tenemos un paquete de medida y acción. Estábamos, los escuchábamos. ¿Sí las medidas alcanzan? Bueno, no sé si alcanzan o no.
-Si el drama productivo es grande y ustedes lo admiten, la gran pregunta es si la ayuda alcanza.
-Esta ayuda va a alcanzar si nosotros logramos, aún con las deficiencias de implementación que pueden tener en cuanto a la rapidez, logramos que lleguen a los productores. Hay productores que han accedido. A mí no me gusta decir “beneficio” porque no son ningunos beneficiarios los productores en una situación crítica. Algunos han accedido, a otros les está costando. Tenemos que reforzar, ver cómo ingresan a esas medidas y en todo caso, lo vamos a poder evaluar y analizar cuando salgamos de esta situación crítica.
-¿Entonces el éxito de este paquete de ayuda cuál es?
-Si no nos quedan productores en el camino. Algún productor va a quedar en camino, lamentablemente, porque algunos venían en situación bastante crítica por distintas razones. Pero intentaremos que no queden productores en el camino. Ese me parece que tiene que ser parámetro de evaluación sobre si las medidas fueron las acertadas en forma y en tiempo.
-Se escucha que el país va a perder 15 mil o 20 mil millones de dólares en ingresos. Usted aclaró que no es posible para el Estado reparar semejante nivel de daño.
-Y no. Sería mentirle a los productores. No lo voy a hacer. No se puede pretender que se reemplacen los 7000 kilo de maíz (por hectárea) que debería recibir un productor. Eso es inalcanzable para el Estado. La obligación del Estado es tratar de llegar con todas estas medidas para que ese productor, que no tuvo el ingreso operado, pueda seguir sembrando el año que viene.
-El quilombo lo vamos a tener, hablando mal y pronto, en abril, mayo o junio, cuando venzan los canje, los créditos a cosecha, y la gente se dé cuenta que no tiene ingreso suficiente para pagar sus deudas. ¿Ahí se puede todavía especular con más medidas, con una refinanciación, con capital disponible para salir a refinanciar deuda? ¿Va a ser necesario?
Sí. Va a ser necesario. Si no lo hacemos, estos problemas se van a agudizar. Se lo comenté a la presidenta del Banco Nación y me dijo que nos juntamos la semana y lo charlamos. De alguna manera ya se lo había anticipado. Vamos a necesitar una línea de capital de trabajo para poder pagar los insumos de la cosecha fina, fundamentalmente para la siembra de trigo (de la nueva campaña 2023/24). Vamos a necesitar líneas con financiamiento favorable para que los productores puedan acceder a los insumos y al paquete tecnológico, porque no van a tener capital de trabajo. Con los canje es más difícil porque ya es una cuestión entre privados, pero nosotros podemos ayudar, tratar de ayudar al menos con las empresas proveedoras e insumos que también de alguna manera acompañen este proceso. Porque yo no tengo dudas que cuando salgamos de esta sequía, los productores se van a recuperar rápidamente.
-Y honrarán sus compromisos, aunque sea con atraso…
-Pero no tengas duda, no tengas duda.
-¿Y el Estado se tendría que meter en el tema de los arrendamientos?
–Yo creo que es necesario tener una Ley de Arrendamientos, no tengo empacho en decirlo porque a mí lo que no me gusta es que, ante una expectativa de mejor rentabilidad en una campaña de un cultivo, los valores de la tierra suban. Vamos a un caso práctico con los valores de Santa Fe. Me puedo equivocar, pero estaban en 11 o 12 quintales y de golpe el arrendamiento se fue a 17 o 19 quintales. Entonces, ante la expectativa de un mejor negocio antes de sembrar, el que se apropia de esa rentabilidad incremental es el propietario del campo, que no invierte, que no arriesga.
-¿Estará de acuerdo el dueño del campo en renegociar los términos del contrato que firmó cuando fracasó esta cosecha?
-Por lo general el productor está en una debilidad en esa negociación, porque a ese propietario hay varios que quieren arrendar el campo y posiblemente desplazar al productor. Yo creo que hay que hacer una ley de arrendamiento que proteja a este tipo de productor, porque además tenemos que cuidar el recurso suelo. Acá hay que acompañarlo al productor y al contratista con alguna cuestión impositiva, programas que cuiden el recurso suelo, ya sea con rotación de cultivo o con cultivos de cobertura. También vamos a tener un problema a futuro porque se nos están yendo el 40% de los nutrientes. Y ahí vamos a tener un problema futuro. Podemos hacer como la avestruz, meter la cabeza allá abajo y no ver nada, pero nuestra responsabilidad es pensar en el mediano plazo, aún dentro de la incomodidad política que nos puede ocasionar.
-¿Y cómo se imagina este debate?
-Creo que debería ser un trabajo con el mayor consenso posible, trabajado con las entidades que representan a los sectores de la producción, con los gobiernos provinciales y generar un insumo del mayor acuerdo posible. En todo caso, dejar todo ese trabajo para el próximo gobierno que venga. No estar poniendo este tema en un período electoral que me parece que es un tema sensible, lo podemos contaminar entre comillas en un período electoral y vamos a perder de vista las prioridades.
-O sea, quedan dos temas grosos para discutir en el próximo gobierno: Arrendamientos y retenciones. ¿Mientras tanto qué le decís al productor en este momento de crisis?
–Primero que sepa que estamos entendiendo la problemática. Lo primero que tenemos que mostrar es cercanía y empatía con el productor. Si esa cercanía y empatía se traduce en toda la medida que el productor espera, mucho mejor.