Si bien la salida de Ucrania generó un descalabro en la cadena europea de suministros agroindustriales, la posibilidad de compensar el déficit de oferta con producción propia será imposible en el próximo ciclo 2022/23.
Un informe del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) pronosticó que en la próxima campaña el área de siembra de cultivos oleaginosos en la Unión Europea (fundamentalmente colza, girasol y soja) sería de 11,6 millones de hectáreas, apenas un 5% más que en 2021/22.
“A pesar del aumento de la superficie, se pronostica que la producción de semillas oleaginosas muestre solo un pequeño aumento de menos de 0,5% debido a rendimientos promedio más bajos”, advierte el documento.
El USDA señaló que los altos precios y la escasez de insumos clave como energía, fertilizantes y fitosanitarios afectarán negativamente los rendimientos en la próxima temporada aun estimando una situación climática normal.
La producción de harinas vegetales proteicas caería en línea con un menor consumo por parte de porcinos, avícolas y ganado bovino. También se reducirá la producción y el consumo de aceites vegetales.
En ese sentido, a finales de marzo pasado la Comisión Europea publicó un comunicado en el que afirmó que “apoya a los Estados miembros en el uso de las posibilidades para reducir la proporción de mezcla de biocombustibles”, de manera tal de ajustarse a la menor oferta disponibles de aceites.
Para hacer frente a la escasez de aceite y especialmente de aceite de girasol, las naciones europeas incluso llegaron a flexibilizar las normas de etiquetado de alimentos.
Así es como os Estados miembros de la UE-27, previa solicitud a la Comisión Europea, pueden conceder exenciones a los fabricantes de alimentos para vender productos reformulados sin cambiar las etiquetas y, por lo tanto, sustituir el aceite de girasol por aceite de palma, aceite de soja y/o aceite de colza.
Ya se han concedido autorizaciones a fabricantes en Italia, España, Portugal, Finlandia y los Países Bajos. Además, Italia, España y Portugal publicaron una guía que permite la flexibilidad en torno al empaque, de manera tal que no sea necesario cambiar el envase, sino aplicar un adhesivo para informar el cambio de ingredientes.