La Comisión Europea presentó esta semana una amplia gama de medidas a corto y medio plazo para “mejorar la seguridad alimentaria mundial y apoyar a los agricultores, los ganaderos y los consumidores de la Unión Europea”.
A partir del impactante aumento de los costos energéticos y de los agroinsumos ocasionado por el conflicto ruso-ucraniano, las autoridades europeas armaron un paquete ayuda adicional para el sector agropecuario, el cual se suma, claro, a los subsidios y apoyos brindados a través de la Política Agrícola Común (PAC).
“La Comisión se ha comprometido a adoptar todas las medidas necesarias para garantizar que la UE, como exportador neto de alimentos y primer productor agroalimentario, contribuya a la seguridad alimentaria mundial, en particular en Ucrania, el norte de África y Oriente Próximo, que dependen en gran medida de las importaciones de cereales, así como en Asia y el África subsahariana”, indicó la CE por medio de un comunicado.
“La disponibilidad de alimentos no está actualmente en juego en la UE, ya que el continente es en gran medida autosuficiente para muchos productos agropecuarios. Sin embargo, nuestro sector agropecuario es un importador neto de algunos productos, por ejemplo, las proteínas para piensos (como es el caso de la harina de soja y los pellets de girasol)”, añadió.
Por ese motivo, la CE dispuso un fondo adicional de apoyo al agro de 500 millones de euros “para ayudar a los productores más afectados por las graves consecuencias de la guerra de Ucrania”, además de brindar “medidas de seguridad del mercado para sostener el mercado de la carne porcina, habida cuenta de la situación especialmente difícil del sector”.
Otro aspecto del paquete consiste en flexibilizar los requisitos sanitarios para importar, por ejemplo, pellets de girasol y maíz desde la Argentina.
Pero el aspecto más curioso de la iniciativa es que, a pesar de “venderse” ante el mundo como la región líder en sostenibilidad y economía verde, la CE implementó “una excepción única y temporal para permitir la producción de cultivos destinados a la alimentación humana y animal en barbecho, manteniendo al mismo tiempo íntegramente el pago de ecologización a los agricultores”.
¿Qué implica eso? Todas las naciones que integran la UE pueden destinar hasta un 10% del área agropecuaria total a zonas de conservación que permanecen en “descanso” durante años hasta lograr regenerarse luego de haber experimentado, por lo general, un proceso de erosión o contaminación.
Pero ahora la UE dice que esa superficie podrá entrar en producción sin problemas y seguir cobrando los subsidios que reciben los productores cuando “liberan” superficie con el propósito de recuperar la fertilidad del suelo. “Esto ampliará la capacidad de producción de la UE a pesar de la limitada disponibilidad de tierras fértiles”, aseguró el comunicado de la CE.
Así es como, ante una situación de emergencia, la producción pasa a primer plano de manera inmediata y todo lo demás, sin importar que se haya declarado o firmado, queda para “más adelante”. O para armar seminarios y presentaciones en Power Point.
Bonus Track. Organizaciones de productores en EE.UU. están solicitando al gobierno de Joe Biden que también libere las zonas de conservación, que reciben subsidios del USDA, para que puedan entrar en producción este año.
Ya está todo listo para que Argentina comience a concretar embarques de maíz con destino a España