De los 320 vacunadores que la Fundación de Lucha Contra la Fiebre Aftosa (Fucofa) tiene en la provincia de Entre Ríos, apenas 6 son mujeres. Uno de esos lugares es ocupado por la joven Alicia Vasin, que hace apenas dos campañas se convirtió en la primera vacunadora del departamento de Islas del Ibicuy, del que es oriunda.
“Es un orgullo para las mujeres”, dice contenta. A pesar de haber estudiado peluquería en Zárate, su pasión no afloró en la ciudad sino dentro de la manga.

“Yo tengo familia en las islas. Mi papá y mis hermanos viven en el campo. Yo ando a caballo, ayudo a mover la hacienda, y sabía vacunar pero no tenía la capacitación oficial para hacerlo”, contó en conversación con Bichos de Campo.
Con una hija de tres años a la que mantener, y frente a la posibilidad de poder manejar sus horarios, Alicia no dudó en aplicar al puesto en cuanto Laureano Bello, el coordinador de la Fucofa en el delta, abrió una búsqueda.
“No hace falta ser veterinario pero sí tener una capacitación. Tuve mucho acompañamiento, tuve que leer varios documentos, dar un examen y recién ahí tuve mi carnet y autorización para vacunar”, señaló.
Entre los principales puntos de aquel aprendizaje, Vasin resaltó la importancia de la temperatura de las vacunas, el cambio de agujas, la limpieza y cuidado de los animales, y el registro exhaustivo de todo el proceso.
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“La vacuna no puede perder frío, así que entre animal y animal la jeringa tiene que estar en la conservadora. Una vez vacíos, los frascos se guardan para luego devolverlos a la fundación. Nos vamos guiando por las mangadas, y cuando terminamos tenemos que chequear lo que anotamos para que coincidan las cantidades. Trato de ser lo más prolijo que se pueda”, indicó la joven.
Otro punto clave es la previa coordinación con los productores, ya que el movimiento de hacienda en las islas conlleva mayor planificación.

“Una semana antes ya arreglo con cada campo y coordino los horarios para poder hacer el trabajo en forma adecuada sin apuros. Les asigno un tiempo estimado a cada uno y suelo salir antes para no tener inconvenientes”, afirmó Vasin, que maneja el mapa del lugar con gran soltura.
Por día, la vacunadora puede llegar a inocular entre 1500 y 2000 cabezas.
-¿Cómo es el trato con los productores?- le preguntamos.
-Al principio costó al no conocer a todos los dueños de los campos pero ahora conozco a todos. Me llevó muy bien por suerte.
–Este es tu primer año. ¿Lo seguirías haciendo?
-Sí, la verdad que sí, me va muy bien y me llevo bien con todos. Es una gran responsabilidad porque soy la única mujer en el equipo.
–Estás sentando un precedente. Quizás con esto se sume alguna mujer más al equipo.
-Ojalá que sí, porque sería bueno tener otra compañera la verdad.





