Por Matías Longoni (@matiaslongoni).-
Cuando uno escala posiciones en la política queda preso tanto de sus palabras como de sus omisiones. Le sucede cada vez más a menudo al ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere. Este domigo, un comunicado de prensa de su organismo lo mostró destacando la gran cantidad de empleos que genera el polo en el sector agropecuario. Pero el ministro, responsable de la política de fomento a la actividad hípica en el país, poco y nada dijo todavía de la situación de los criadores de caballos de carrera, que están en ascuas ante la iniciativa de la gobernadora María Eugenia Vidal para extirpar el Fondo de Reparación Histórica que permite el funcionamiento de los hipódromos bonaerenses.
Que Etchevehere haya hablado hoy de la importancia del polo no es llamativo y hasta es saludable. Participó este fin de semana (en Pilar, claro che) de la inauguración de la Expo Industria del Polo.
“Debemos potenciar a esta industria que genera más de 30.000 empleos de manera directa y 100,000 indirecta”, subrayó. Y recordó que “Argentina es reconocida internacionalmente por los deportes hípicos como el Polo y estos tienen una fuerte vinculación con nuestra cultura e historia”.
El comunicado oficial agrega, para dar idea de lo que se moviliza, que hay actualmente 395 Haras inscriptas, alrededor de 800 criadores y tres laboratorios de genética para clonación reconocidos. Los nacimientos de la raza Polo Argentino son alrededor de 3.000 al año.
Los políticos, ya se sabe, no dicen siempre lo que quieren decir. Se los debe interpretar e interpelarlos.
Una de las primeras cosas que hizo el ex ruralista al asumir su cargo fue participar de la ceremonia del Gran Premio Carlos Pellegrini, en el Hipódromo de San Isidro, uno de los que se ve más amenazados por la ofensiva de Vidal contra el fondo de unos 1.000 millones de pesos anuales que reciben los propietarios de caballos de carrera. Aunque todavía no envío el proyecto de ley a la Legislatura, el gobierno bonaerense ya anunció que quiere hacerlo desaparecer a partir de 2019, este año ya redujo las partidas en 300 millones de pesos e incluso la Lotería Provincial adeuda los últimos tres meses a esta actividad hípica, que está semiparalizada.
Ver : Golpe de Vidal a la actividad hípica: plantea quitarle todos los subsidios
Vale aclarar que este fondo nació a principios del siglo como compensación a una prohibición previa a los hipódromos bonaerenses de instalar máquinas tragamonedas, como sí tienen Palermo y los bingos de la misma provincia. Por eso se llama “de Reparación”. Claro que se puede -y se debe- revisar el mecanismo, sobre todo para que el dinero no quede en manos solo de los propietarios y se distribuya equitativamente en toda la industria turfística. Pero finalmente las carreras de caballos, que son un juego que tiene bastante trabajo detrás, son subsidiadas por unas maquinitas de mierda (siempre quise usar esa definición) que no generan nada más que adicción para muchos y riqueza para pocos, sobre todos si son amigos de los políticos.
Volvamos al ministro Etchevehere, sus palabras y sus omisiones. Desde que se desencadenó este conflicto con Leguizamo, solo y compañía, no hizo ninguna referencia pública sobre la importancia que tiene este segmento de la actividad hípica en la generación de trabajo en el sector agropecuario. Que debe ser tanta y tan importante como la que genera el polo.
Esta claro, a esta altura, que desde el edificio de Paseo Colón están evitando una confrontación directa con el gobierno de Vidal, la niña mimada de los macristas. A lo sumo, le tiran indirectas. “Etchevehere instó a continuar acompañando a un sector generador de empleo y visibilidad internacional para el país”, dice el comunicado sobre la exposición polítisca.
Mientras tanto, buenas fuentes nos contaron que la comisión de emergencia que armó la industria del turf para tratar de torcer esta historia se viene dando golpes en la cabeza cada vez que intenta sentarse a dialogar sobre el tema con el gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
En especial se golpea contra el principal responsable de redactar el proyecto de ley para quitarle financiamiento a los hipódromos (salvo a Palermo, que tiene sus slots), el ministro de Economía provincial Hernán Lacunza. El funcionario ya ha sido protagonista de varios cruces con dirigentes del sector agropecuario. “El tipo nos menosprecia y nos dice en la cara que ni siquiera nos quiere escuchar”, se lamenta uno de los que lleva el peso de esas gestiones.