El nuevo régimen de promoción de biocombustibles es un hecho, ya fue convertido en ley por el Congreso, y mientras se disipa un poco el barullo de críticas y reclamos de las empresas productoras al gobierno, también comienzan a escucharse las voces de algunas pymes que desde un primer momento apoyaron la iniciativa.
Se trata de pequeñas empresas de Santa Fe, reunidas todas en la Cámara Santafecina de Energías Renovables (CASFER), que vieron a este proyecto como uno que defiende los intereses originales de la ley 26.093, cuyo objetivo inicial fue federalizar la bioenergía otorgándole un marco normativo.
La nueva norma, que reduce los porcentajes utilizados para el corte con biodiésel y bioetanol de maíz, trajo el descontento de empresas integrantes de la Cámara Argentina De Biocombustibles (Carbio), que consideraron que detrás de este supuesto beneficio para las pequeñas empresas, que se afirmaba desde el oficialismo, había únicamente negociados políticos.
También desde la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb) expresaron sus temores sobre que la nueva ley provoque un cierre forzoso de pequeñas fábricas alejadas de los puertos.
Frente a esto, Bichos de Campo decidió preguntarle a Federico Pucciarello, titular de Rosario Bioenergy, sobre los porqué de la recepción positiva que las pymes productoras, que él representa, le dieron a esta nueva regulación.
-¿Cómo ven a esta ley que se aprobó?
-Es el único proyecto que contuvo la realidad pyme de nuestra provincia. Que CARBIO, que reúne a empresas como Cargill, Bunge, Dreyfus, se queje de cuatro o cinco pymes que estén dando vuelta realmente es patético. ¿Qué hacen las cerealeras? El mercado interno de bioenergía les subsidia parte del costo de la compra de soja por el diferencial de retenciones que tienen. La ganancia que tienen con el bio les permite comprar o competir por el poroto con más precio. Escuchar de las multinacionales las mentiras continuas realmente es extraordinario.
-¿Cómo se vieron beneficiados ustedes ahora?
-La ley 26.093 es una ley de promoción de pymes en economías regionales. El proyecto de ley aprobado mantiene el espíritu de esa ley, con la única diferencia de que esta fue muy clara al delimitar el marco. Las grandes petroleras aceiteras no pueden entrar. Para las aceiteras, la ley establece que ellas nos venden el aceite crudo de soja, por lo tanto participan del mercado a través del aceite. No hace falta que produzcan la soja, hagan el crushing, exporten, estén adentro del mercado de bio interno, produzcan el bio, hagan la glicerina, refinen la glicerina. ¿Qué queda para las pymes? Nada.
-¿Considerás entonces que al dejar afuera a las grandes aceiteras la ley mantiene esa protección hacia las pymes?
-Por supuesto. ¿Por qué la mantiene? No porque sean ineficientes como dicen ellos. La mantiene porque así es en cualquier ámbito de negocio energético. Los países han dividido los negocios justamente para evitar la concentración energética. De lo que ellos nos acusan, es de lo que ellos viven haciendo. De qué eficiencia me hablan si el costo de hacer una tonelada de bio en una multinacional o una pyme es exactamente lo mismo, porque es química. El valor de venta es mismo valor al que lo venden ellos porque lo fija el Estado. Es una irrealidad.
-Se habló mucho de la baja en el porcentaje de corte. ¿Qué opinión les merece eso?
-No hubo una baja del corte. Ahí también hubo una falsa noticia impartida por ellos. La Ley 26.093 nació con un 5% de obligatoriedad en el corte, nunca con un 10%. Por resolución se llevo a un 10%. Pero atención: un 10% de corte obligatorio sobre el consumo automotor. El proyecto de ley que se aprobó es del 5% del 100% del biodiesel que se comercializa en Argentina. Por lo tanto, ¿Qué es más alto? ¿El 5% de 100% o el 10% de 10? El 5% de 100%. Por eso el 5% es más de lo que era el 10% antes. En volumen las pymes van a estar cubiertas.
Sobre este punto Pucciarello agregó: “Las que quedan afuera son las grandes multinacionales encubiertas en pymes ‘no pymes’ que tienen participación de mercado. El caso de Explora, de Unitec Bio de Eurnekian, son casos emblemáticos que tiene cupo y que nada tienen que ver con una pyme. Te dicen que las pymes son ineficientes pero ellos mismo están incluidos ahí. Es un lobby bastante absurdo”.
-Justamente son las empresas de CARBIO las que dicen que ustedes son las pymes “no tan pymes”. ¿Qué pensás de eso?
-Te lo digo muy fácil: ¿Cuánto factura Bunge y cuánto facturamos nosotros? ¿Cuánto factura Cargill y cuánto factura Bojanich? Entrar en esa discusión me parece que no vale la pena. Si hubiera alguna irregularidad, la Secretaría de Energía las hubiera clausurado. Las grandes multinacionales son las que manejan casi el 20% del PBI de la Argentina. Una planta de 50.000 toneladas es pyme, punto. ¿Por qué? Porque su facturación no supera los mil millones según la ley de Pymes Argentinas. Ahora si ellos quieren modificar la ley o quieren todo y este país no les dio más de lo que ya tienen, perdieron.
-¿Por qué considerás que unieron a tu empresa con la de Bojanich?
-Porque ellos politizan todo. Si vas a despotricar contra alguien o desmerecer el trabajo de otro, cuando lo único que hacemos es rompernos el alma para tener todos los días una empresa más sustentable, y ninguna multinacional jamás logro la sustentabilidad que logramos nosotros, estamos hablando de dos mundos distintos. Esto no es PRO contra Kirchnerismo. Les guste o no, la Ley 26.093 la hizo un gobierno kirchnerista pero la votaron todos. Y este proyecto lo votaron un montón de diputados y senadores del PRO también.