La Argentina es un país maldito: Las bolsas de cereales de Buenos Aires y Bahía Blanca emitieron su balance final sobre la campaña 2020/21 de trigo, que acaba de concluir, y resultó ser que aunque la producción retrocedió casi un 10% respecto del ciclo anterior, se han producido 17 millones de toneladas del cereal y entonces a los argentinos, que consumimos a lo sumo unas 7 millones de toneladas, nos sobran por lo menos 10 millones.
Maldición… Habrá que exportarlo.
Desde Bahía Blanca y Buenos Aires se coincidió en el resultado final de la cosecha: con un rinde promedio de 2.820 kilos por hectárea, la producción nacional alcanzó a 17 millones de toneladas y se redujo 9,,6% respecto de la campaña 2019/20. La productividad promedio nacional había disminuido el 3,4%. Y la superficie sembrada lo había hecho 1,2%, para ubicarse en 6,5 millones de toneladas.
Desde el sur de la provincia de Buenos Aires, eso sí, destacaron el aporte de su región para lograr este resultado. Malditos bahienses, allí la campaña tuvo “resultados excepcionales”, pues la cosecha terminó con un rendimiento promedio zonal de 3.200 kilogramos y la producción cerró en 5,32 millones de toneladas. esto permitió levantar el promedio nacional considerablemente.
Como se ve claramente en este cuadro elaborado por la Bolsa porteña, a excepción del sur bonaerense todas las regiones productivas sufrieron contingencias climáticas importantes que -por fortuna- fueron achicando la producción esperada al inicio de la campaña, allá por el invierno. En rigor, los pronósticos arrancaron en 21 millones de toneladas y terminaron en los mencionados 17 millones.
Gracias a oportunas heladas y una persistente sequía, la Argentina pudo evitar que le sobraran otras 4 millones de toneladas.
De todos modos, a pesar de este recorte, no se puede evitar un excedente que la Bolsa ubicó en torno a 10 millones de toneladas, tomando un volumen de trigo para molienda interna de 6,2 millones. El año pasado el saldo exportable había sido de 11,2 millones.
Pero las maldiciones siguen.
La buena noticia referida a la previsible caída de las exportaciones del cereal en volumen queda opacada por una mejoría de los precios internacionales, que serviría para que la Argentina compense los ingresos y hasta genere más divisas en 2021.
La Bolsa de Buenos Aires, en este sentido, calculó que habría exportaciones por cerca de 3.000 millones de dólares, unos 200 millones más que en la campaña anterior, en tanto que la recaudación por retenciones (se ubican en el 12%) y toros impuestos crecería de 800 a 900 millones de dólares.