El nuevo contexto geopolítico, tal como anticipó Bichos de Campo, brinda grandes oportunidades comerciales al girasol en plena cosecha de la oleaginosa.
El precio FOB oficial del aceite de girasol a granel con embarque hasta el mes de abril de 2022 se encuentra en 2350 u$s/tonelada, mientras para envíos posteriores a mayo es de 2300 u$s/tonelada. El pasado 25 de febrero, un día después de la invasión a Ucrania por parte de Rusia, ambos valores eran de 1675 y 1630 u$s/tonelada respectivamente.
En ese marco, hoy viernes, gracias a la demanda frenética de fábricas y algunos exportadores, se negociaron ventas de girasol en 800 u$s/tonelada con entrega en terminales portuarias de Quequén, valores que también se observaron en fábricas localizadas en el oeste bonaerense.
La recolección de la cosecha de girasol, según el último informe semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se encuentra en casi el 40% del área nacional. La mala noticia es que los rendimientos observados en diferentes zonas bonaerenses son inferiores a los esperados, lo que podría generar un recorte de la cosecha total por ahora estimada en 3,30 millones de toneladas.
Liviano el 🌻 y bastante caído por vientos 😪
Sierra Chica, Olavarría. pic.twitter.com/rKqHWtMx2z— JOSEMA VILLARREAL (@VILLAJOSE7300) March 11, 2022
La suba impresionante de los precios internacionales del girasol, junto con una cosecha menor a la esperada, están haciendo que las industrias aceiteras y exportadores compitan con ímpetu por originar mercadería, algo poco usual en el mercado de girasol argentino.
Industrias ya declararon ventas externas de 18.000 toneladas de aceite de girasol y 10.000 de pellets de girasol con embarque en enero de 2023. Ambos productos tienen un derecho de exportación del 7,0% y 5,0% respectivamente.
En condiciones normales, Ucrania –según datos del USDA– debía aportar en el presente ciclo 2021/22 la mitad de la oferta exportable mundial de aceite de girasol, mientras que Rusia debía cubrir otro 28% de la demanda mundial. Con ambos “fuera de la cancha”, los precios comenzaron a volar hacia la estratósfera.
El dato crucial es que el primer importador mundial de aceite de girasol es la Unión Europea, que está aplicando, en muchos supermercados, racionamiento del producto ante la escasez tanto presente como futura.