El secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, informó este miércoles que la cosecha 2018/19 ha sifo estimada en 145 millones de toneladas de granos. Esto es unas 33 millones de toneladas más respecto de la campaña 2017/18, cuando una terrible sequía malogró parte de los cultivos y redujo la producción a solo 112 millones de toneladas. Y 8 millones de toneladas más respecto del récord anterior, las 137 millones de toneladas logradas en 2016/17.
Flanqueado por sus principales colaboradores, Etchevehere precisó que este histórico volumen de producción será posible por la conjunción de una normalización de la cosecha de soja, con casi 56 millones de toneladas; y una excelente producción de maíz, con 55 millones de toneladas. Entre ambos cultivos gruesos suman casi tanto como la producción total del año pasado: 111 millones de toneladas. Es aquí donde se nota fuerte la recuperación luego del año de sequía.
A eso se suman las 19 millones de toneladas logradas este verano con la cosecha de trigo y puchos que van sumando el resto (especialmente la cebada, el sorgo y el girasol) hasta completar las 145 millones pronosticadas por la red de 40 estaciones que posee la Secretaría de Agroindustria en las diferentes zonas agrícolas, y que aportan sus informes que luego son verificados con imágenes satelitales.
En la reunión de prensa, funcionarios de Agroindustria estimaron que a los valores actuales esa cosecha representará ingresos para el país por más de 28 mil millones de dólares, y evaluaron que las ventas de los productores (que habilitan a su vez la liquidación de divisas de las exportadoras) se producirá en los tiempos normales. El ingreso de divisas podría haber sido mayor si no fuera por la caída de los precios internacionales, con picos de pérdida para la soja de hasta 60 dólares por tonelada.
Al dar a conocer la buena noticia, el secretario de Gobierno de Agroindustria dijo que esta cosecha récord “es mérito de los productores que siempre se sobreponen a los malos momentos” y que “vieron que tenían que lograr una revancha con respeto a la mala pasada que les hizo el clima” el año anterior.
De todos modos elogió también la gestión oficial. “Si hay algo central que hizo este gobierno con respecto al gobierno anterior es la eliminación de los ROE (permisos de exportación)”, ensalzó Etchevehere, quien así destacó la mayor presencia de los cereales en el mix agrícola nacional. No dijo nada, en conferencia ofrecida en Agroindustria, del regreso de las retenciones a partir de septiembre pasado y que encontraron a muchos productores en medio de la siembra.
Según el funcionario, solamente con eliminar los permisos de exportación “sucedió que los mismos productores iban a rotar cultivos para poder terminar con las malezas resistentes y tener suelos saludables”.
Los números oficiales, que sorprendieron en cuanto al maíz con las previstas 55 millones de toneladas, incluyen tanto el grano que ingresa al circuito comercial como el que se utiliza dentro de los propios establecimientos rurales. “Nosotros no entendemos esta división entre el maíz comercial y el que no lo es”, dijo Etchevehere.
Esa unificación en los criterios oficiales para medir el maíz se produjo años atrás, en 2013, cuando la ex presidenta Cristina Fernández de Kichner necesitaba anunciar una cosecha récord y los funcionarios de Agroindustria forzaron la fórmula que seguían hasta ese momento, y que sigue siendo el modo de cálculo de las Bolsas de Cereales. De todos modos, en los cálculos privados también se habla de un cosechón de maíz “comercial” cercano a 49 millones de toneladas.
“Esto del maíz fue un bombazo. Vamos a volver a ser el segundo exportador mundial”, se ufanó Etchevehere, que luego enumeró una serie de medidas adoptadas por su gestión para aliviar el trabajo de los productores.