“Estamos largando la temporada de cosecha, pero la lluvia nos está manchando un poco las vainas”, es lo primero que nos dice Ramón Antonio Cuéllar, de 62 años, actual presidente de la Cooperativa Apícola Agrícola Agronaciente Limitada, de Colonia El Simbolar, Santiago del Estero.
Dicha cooperativa fue fundada en 1997 con el objeto de recolectar una chaucha, considerada un súper alimento, que es el fruto del algarrobo, llamado “algarroba”, para comercializarlo en bruto, y más tarde también buscar procesarlo y agregarle valor en harinas, arropes, algarrobinas, panificados, etc. Como muchos de los productores de esa zona se dedicaban a la apicultura, también incluyeron ese rubro productivo para fortalecerse gracias a la unidad.
Ramón Cuéllar nació y se crió en La Trampa, Departamento Copo, en la zona de Monte Quemado, al norte de la provincia santiagueña. Luego terminó sus estudios secundarios en Santiago capital, adonde se había mudado su madre. Le preguntamos:
-¿Cómo fue que nació la cooperativa?
-Resulta que me hallaba terminando mis estudios como técnico superior en Administración de Cooperativas, en el Centro de Enseñanza Terciaria (CET), de Santiago capital. Pero hacía dos años que me había mudado a vivir a la colonia El Simbolar, a 52 kilómetros hacia el Este de Santiago capital, y a 23 kilómetros al norte de Fernández, donde me casé y tuvimos dos hijas. Por mis estudios, estaba ligado al Instituto Provincial de Acción Cooperativa (IPAC), que es un ente estatal, a través del cual me hallaba haciendo pasantías en diversas cooperativas de la provincia. Un día se me ocurrió llevar al IPAC la idea de fundar una cooperativa de producción algarrobera y de miel en El Simbolar, y enseguida fue aceptada.
-¿Cómo se concretó?
-Nos reunimos un total de 41 productores de la zona y en julio de 1997 fundamos la Cooperativa, con sede en la calle 7 de Noviembre, sin número, Sector A, en pleno centro de la colonia, a una cuadra del hospital -aclaro que no hay que confundir la colonia con la estación El Simbolar, que está ubicada en el Departamento Banda-. Así es que soy socio fundador y hoy somos 35, porque hemos tenido bajas por fallecimientos. Tenemos aún a Juan Villalba, con 93 años, que hace 3 kilómetros en bicicleta para llegar desde su casa. Tiene una vitalidad increíble, porque además colabora en el centro de jubilados del pueblo.
-¿Cómo es el perfil de los productores que integraron la cooperativa?
-Entre los integrantes de la cooperativa había y sigue habiendo, en general, apicultores, plantineros, viveristas y recolectores. Pero también hay muchas familias de la zona, que recolectan para nosotros, aunque no pertenecen a la cooperativa. Salen a juntar vainas de algarroba, entre padres e hijos, que en total son unas 80 a 120 familias de El Simbolar, La Cañada (Departamento Figueroa) y Cañada Escobar (Departamento Banda). Últimamente nos vamos extendiendo hacia Villa Robles (Departamento Robles), en la zona de Beltrán, como también hacia Vilmer y Santo Domingo, sobre la Ruta 34 vieja.
-¿Cómo es la actividad en la cooperativa, una vez recolectado el fruto maduro de la algarroba?
-Recibimos la algarroba en bruto, la clasificamos, la limpiamos de piedras, hojarascas, palitos, etc., la secamos durante diciembre y enero, y la acopiamos en bolsones de 500 kilos. Hay que tener cuidado, porque una algarroba húmeda, puede echar a perder todo lo acopiado. Además, la tratamos con un componente químico para que no se desarrolle el cascarudo de la algarroba. Contratamos camiones para trasladar las vainas de a 5 o 6 toneladas. En este momento estamos preparando 25 toneladas para Peter Felker, que la procesa como harina en su propia planta, en Santiago capital, y la exporta a su país natal, Estados Unidos.
-¿Tienen otros clientes?
-Sí, necesitamos recolectar unas 15 toneladas para una cooperativa de Río Cuarto, Córdoba, también para unos ensayos que están haciendo en la Universidad del Litoral, en Esperanza, Santa Fe. Y para una empresa privada de Tucumán capital. El mes pasado le hemos llevado 500 kilos para hacer harina, panificados, “café de algarroba”, algarrobina, que es un concentrado que se consume como energizante, etc., a la cooperativa Monte Vivo, que integra la reconocida Nancy Campos, en Santiago capital.
-¿Si les quieren comprar harina de algarroba, cómo hacen?
-Estamos felices y orgullosos de haber celebrado convenios con la Universidad de Santiago del Estero (UNSE), con el Ministerio de Agricultura, y utilizamos la planta elaboradora de harinas, de la Facultad de Agronomía y Agroindustrias de la UNSE (FAyA). Es increíble, cómo la algarroba nos abrió puertas, ya que hasta nos visitaron representantes de Naciones Unidas, y el Ministerio de la Producción de nuestra provincia, hoy apoya mucho a nuestra cooperativa.
-¿Cómo es la infraestructura que poseen para trabajar?
-Frente a la sede contamos con nuestro sector productivo, sobre un terreno de 40 metros por 50 metros, donde tenemos silos, sector de secado al sol de las vainas de algarroba, viveros, y además un galpón con secaderos a fuego de leña. El secadero es un horno de barro con una tubería que distribuye el calor. Como vehículo sólo tenemos una Ford Ranger modelo 2005 y claro que nos vendría muy bien tener un camioncito.
-¿Y qué proyectos tienen a corto plazo?
-Hemos incorporado una mezcladora y una tolva, y también una cargadora, porque estamos instalando una pequeña fábrica de alimentos balanceados, en base a un 40% de algarroba. La fórmula fue creada en la Facultad de Agronomía y Agroindustria de la UNSE. Serán dietas específicas para engorde de animales, para producción de leche o para suplementar en el tiempo de destete, de las cabras o de los cerdos. Los pensamos comercializar en bolsas de 25 y 50 kilos.
-¿Qué hacen en lo apícola? ¿Y han incursionado en otra actividad?
-Tenemos colmenas y estamos produciendo unas 2 toneladas de miel al año. Nuestra intención es llegar a las 100 toneladas de miel. Pero además, desde 2003, comenzamos a producir plantines de algarrobo blanco. A la actualidad ya hemos producido unos 800.000 y los hemos plantado en unas 800 hectáreas, ubicadas en la zona de riego, alrededor de Colonia El Simbolar.
-¿Hacen intercambios y dedican tiempo al ámbito educativo?
-Acabamos de participar de un taller en el Impenetrable chaqueño, con el fin de promover un desarrollo sostenible que potencie el valor del Algarrobo y el bienestar de las comunidades. Se realizó en la estancia La Fidelidad, en la provincia de Chaco, al límite con Formosa. Fuimos a intercambiar conocimientos con una fundación que allí trabaja y a conocer las comunidades. Además, siempre nos visitan alumnos de colegios y nos encanta compartir todo nuestro conocimiento de la algarroba con los chicos. Participamos en ferias y realizamos talleres, con el apoyo permanente del INTA.
-¿Piensan abarcar otros productos nativos del monte santiagueño?
-Sí, ya estamos recolectando 200 kilos de chañar, y al mistol aún no lo podemos juntar, pero lo tenemos como plan a futuro.
-¿Qué más nos podés contar de la asociación?
-Que un joven integrante de la cooperativa, José Mitre, se lanzó a elaborar productos en base a algarroba, con valor agregado, como harina, arrope de chañar, de mistol, algarrobina, y los vende con su propia marca. Le está yendo muy bien, y su hermana le hace panificados. Para él molemos la algarroba en la planta de la UNSE y nos pone muy felices que José tenga un espíritu emprendedor y que haya creado su propia PyMe, ya que genera trabajo a la cooperativa y es un ejemplo movilizador para los demás.
Todos los integrantes de la Cooperativa Agronaciente eligieron dedicarnos “Sueño de la algarroba”, por Orellana-Lucca.
Para quienes vivimos en el campo y conocemos todos estos frutos que Dios puso en nuestro camino, donde no había golosinas solo frutos de la Tala, chañares, mistoles, algarroba, piquillines, tunas, higos y muchas más, ya de adolescentes nos fuimos a estudiar y buscar mejores horizontes, pero nunca dejamos de volver a nuestros pagos y comprar productos que todavía algunas personas mayores todavía hacen especialmente arropes, de corazón Felicito a estas personas tan aguerridas con su tierra y sus quehaceres, soy de Salta zona La Viña y vivo en Rincón de Los Sauces Neuquén
Bendecidas Fiestas.