Este viernes la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner brindó un extenso discurso durante el acto de inauguración el Cine Teatro Municipal en El Calafate (Santa Cruz) en el cual mencionó 35 veces la palabra “dólar”.
Los argumentos ofrecidos por la vicepresidenta no vienen al caso, pero sí la obsesión de muchos de los integrantes del gobierno nacional por vincular la actual crisis económica con una supuesta escasez de divisas.
Ustedes saben que El Calafate es mi lugar en el mundo. Por eso me emociona tanto ver cómo sigue creciendo. Hoy inauguramos el nuevo Cine Teatro Municipal y firmamos convenios para crear un Centro Universitario en la ciudad. pic.twitter.com/lfrtO8IQS5
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) July 8, 2022
Sin embargo, si tomamos los dólares ingresados por los exportadores de productos agroindustriales (Ciara-CEC) en el primer semestre de las últimas dos décadas y los ajustamos por la inflación en EE.UU., es posible advertir que nunca entraron tantas divisas a la economía argentina como en los últimos dos años.
El ingreso de agrodivisas, medido en dólares constantes, fue creciendo de manera progresiva en los inicios de la primera década del presente siglo para alcanzar un primer “techo” en 2011, luego del cual atravesó un período de relativa estabilidad para comenzar a decrecer a partir de 2017.
Pero desde 2021 una serie de factores monetarios, financieros y geopolíticos –sumados a inconvenientes climáticos– cambiaron por completo el panorama para promover un ingreso descomunal de agrodivisas en la economía argentina.
El hecho de tal fenómeno pase desapercibido para los habitantes de la Argentina obedece fundamentalmente a una inadecuada gestión monetaria y económica por parte del gobierno de Alberto Fernández y no a un restricción de la disponibilidad de divisas.