Existen muchos factores alcistas en el mercado internacional de maíz. Pero cuando el negocio se analiza desde la Argentina, la ecuación final depende de una variable política difícil de predecir.
“Brasil está teniendo la peor sequía en 91 años y registró una helada muy fuerte a fines de junio que afectó al cultivo de maíz tardío en el sur de Brasil. Eso hace que, si bien inicialmente se esperaba una producción total de maíz en ese país de 110 millones de toneladas, la realidad es que la cifra final terminará siendo 20 a 25 millones inferior”, alertó hoy el analista y presidente de Nóvitas, Enrique Erize, durante una jornada en formato virtual sobre la cadena de la carne porcina organizada por la Filial Oncativo de Federación Agraria (FAA).
El presidente de Nóvitas recordó además que más de un tercio del área maicera estadounidense se encuentra atravesando una restricción hídrica y que, si bien los dos tercios restantes se encuentran en muy buenas condiciones, el “mercado climático” estadounidense contribuye a sostener los valores del cereal.
“Si bien el USDA dice que en el ciclo 2021/22 EE.UU. va a exportar menos maíz que en la campaña anterior, lo cierto es que las ventas de maíz nuevo vienen muy firmes”, añadió.
“De todas maneras, sepan manejar los tiempos del mercado: en un mes comienza la cosecha de maíz en EE.UU. y los silos (en esa nación) comenzarán a llenarse del cereal, lo que le pondría, por razones obvias, paños fríos al mercado”, aconsejó.
Entre los factores bajistas presentes en el mercado internacional, el analista mencionó las crecientes presiones registradas en EE.UU. para reducir el corte interno de etanol con nafta, algo que, si bien parece poco probable por el poderoso lobby agropecuario que los “farmers” tienen en el Congreso estadounidense, no puede descartarse.
Por otra parte, el analista apuntó que el hecho de que los fondos especulativos que operan con contratos agrícolas del CME Group aún estén muy “comprados” en maíz es un potencial factor desfavorable, dado que, si por alguna razón decidieran desarmar esas posiciones, la avalancha de ventas potenciaría un fenómeno bajista para el cereal.
Pero la variable crítica para los productores argentinos de maíz es eminentemente política. En ese sentido, Erize alertó que los productores deben seguir muy de cerca lo registros de exportación de Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de maíz 2020/21, dado que, una vez superada determinada cifra, el gobierno procederá a inhabilitar la posibilidad de registrar nuevos embarques con el propósito de retirar a los exportadores del mercado, de manera tal que la demanda del cereal quede concentrada en los consumos internos (avícolas, porcinos, feedlots, etcétera).
Al respecto, a la fecha ya se registraron DJVE de maíz 2020/21 por 32,9 millones de toneladas. Si bien el Ministerio de Agricultura proyectó una oferta exportable de maíz para esta campaña de 38,5 millones de toneladas, no se descarta que el “cierre” virtual del mercado pueda suceder antes de alcanzar esa cifra.
“Tengo temor que en pocas semanas más se apague la luz en el mercado de maíz”, advirtió Erize, para luego indicar que los valores FOB del maíz Rosario, si bien están afectados por la bajante histórica del río Paraná, se encuentran en niveles demasiado bajos si se los compara con los vigentes en el Golfo de México (EE.UU.).
En lo que respecta al maíz de la nueva cosecha 2021/22, Erize indicó que cree que los fundamentos del mercado podrían contribuir a generar precios superiores en los próximos meses, aunque advirtió que debe seguirse de cerca la posibilidad de que el gobierno promueva eventualmente un aumento de derechos de exportaciones sobre el cereal.
Otra amenaza para el maíz 2021/22 es que finalmente se consolide nuevamente una fase Niña en el período que restringa la humedad disponible para el cultivo estival.
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