A Julián Domínguez no hay que escucharlo por lo que dice sino por lo que quiere decir y no puede, como le sucede a la mayoría de los funcionarios kirchneristas. En este entrevista con Bichos de Campo, entonces, el ministro de Agricultura vuelve a enviar señales conciliadoras hacia los productores agropecuarios, a quienes les pide comprensión y armar una suerte de causa común para enfrentar males mayores, como la suba de las retenciones u otras extrañas fórmulas que surgen de otras áreas de gobierno.
Si habláramos en lenguaje de los pibes, Domínguez “le pidió amistad” al sector. Si fuera lenguaje inclusivo, diríamos que quiere ser amigue.
-Se hizo tiempo para venir a la fiesta del trigo de Leones, ministro. ¿Vino a explicarle a los productores por qué se cierren las exportaciones del cereal cuando se supera cierto saldo exportable? ¿O lo del fideicomiso?
_Esas decisiones son independientes de mi visita. Con Leones me reúne una vieja relación con Carlos Garetto (ex titular de Coninagro). Yo aprendí mucho de él, de la escucha, del valor de las cooperativas. Por ejemplo, esta semana se cumplieron cien años de ACA y ACA nació en Leones. Yo creo que el Estado debe encontrar una forma de darle un tratamiento diferencial y promocionar a los productores que se asocien cooperativamente.
-Volvamos al tema del trigo, donde se escuchan críticas de la Mesa de Enlace por las intervenciones del gobierno…
-Sobre el ‘punto de equilibrio’, es una decisión que yo siempre la tuve para no no nos metan la mano desde afuera. Siempre al sector le metieron la mano desde afuera.
-¿Qué quiere decir con eso de que “le metan la mano desde afuera”?
-Hablo del cierre de exportaciones, del Ministerio de Economía siempre interviniendo sobre el destino de las políticas agropecuarias. Yo se los he dicho a las entidades, las decisiones de la política agropecuaria de la Argentina las quiero tomar en el Ministerio de Agricultura. Y si todos coincidimos en datos, informaciones, en la necesidad que tiene el mercado interno, bueno, había que tomar decisiones como esta. Lo que hice es transparentar.
-Doy fe que ni bien ingresó al cargo habló de “volúmenes de equilibrio” sobre tres “bienes culturales”: la carne, el trigo y el maíz.
-Yo siempre creí que iba a ser lo mejor, porque cada vez que decidieron desde afuera hicieron desastre, cerraron la exportación sin entender por qué cerraban, tomaron medidas arbitrarias, y las medidas en el sector hay que tomarlas escuchando a los que producen, y a los que industrializan.
Mirá la entrevista con Julián Domínguez:
-Ministro, ¿Y cuándo salimos de esta lógica de que nos sobre producción como para no tener que cerrar nunca las exportaciones?
-Ojalá llegue el día ese, ojalá Dios me ilumine y nos ilumine a todos…
-Porque el circuito siempre es el mismo: Supuestamente empieza a faltar producción, y usted que es el productivista del Gabinete dique que hay que producir más, pero siempre tiene alguien detrás que replica “hay que cortar acá”…
-Yo creo que el momento tiene que llegar por el bien de la Argentina Hoy estamos lanzando con todo el nuevo equipo de Agricultura lanzando el objetivo de producir 25 millones de toneladas de trigo. Lo que estamos tratando es de encontrar escenarios de previsibilidad. Yo prefiero que las entidades me digan a mi lo que piensan, su desacuerdo, poder discutirlo, pero que la palabra sea una sola, y no que haya 20 palabras que cambien las reglas de juego. Y yo dije siempre lo mismo: bienes culturales y previsibilidad. Buscar un punto de equilibrio.
-¿Por qué cree que se oponen los productores?
-El mercado a Dios gracias respondió bien. De hecho la molinería, que en su momento se hablaba de que cazaba en el zoológico, ha pagado mejores precios (por el trigo) que la exportación. O sea que las decisiones que se han tomado, independientemente de conceptualizaciones ideológicas, están funcionando. Y si hay algo que no funciona vamos a tratar de asistir para que funcione. Lo que te digo es: Nosotros estábamos rehenes de los grupos exportadores, de las multinacionales. Uno se sentaba y le pedía a las empresas nacionales y éstas acompañaban. Las multinacionales del negocio de la exportación nunca acompañaban, porque siempre tenían que pedir autorización afuera. Entonces lo que he tratadio de hacer como ministro es crear los instrumentos para que haya armonía en el proceso de crecimiento y previsibilidad. Puede gustar o no gustar.,.
-Pero siempre aparecen voces disonantes. Lo de Roberto Feletti con el fideicomiso. Lo de la empresa nacional de alimentos…
-Voces disonantes yo no puedo garantizar que no haya, porque somos una fuerza política con miradas diferentes.
-Pero acepte que hay cierta esquizofrenia.
-Lo que garantizo es que mientras yo sea ministro de Agricultura, y puede ejercer lo que me dijo el Presidente, las políticas las vamos a decidir en el ministerio. Respecto del fideicomiso (se refiere al del trigo y maíz que impulsa Comercio Interior), cuando yo hablé con las entidades les dije que sí, que estaba tomada la decisión de avanzar, y que el momento se fijará, porque no queremos que se suban las retenciones. Yo prefiero ponerme colorado una vez pero decir las cosas como son y no andar dando marchas y contramarchas. Porque para el productor estos son negocios y necesita hacer su programación. Mi rol, lo que me pidió el Presidente, es que cuidemos a los productores. Me demandó como principal tarea construir un vínculo y un diálogo. Lo que hago es para eso. Creo que puede ser mi humilde aporte al país, para que se puedan liberar todas las fuerzas de nuestros productores.
-Ya pudo hacer todos los cambios que quería en su propio Gabinete.
-Todos los que pensé, con mucha gente muy capaz. Como cualquier director técnico es entender en el lugar que puede jugar mejor cada colaborador. Y nosotros tenemos esta impronta. Hay tres hombres de la Federación Agraria en el ministerio (en referencia a Jorge Solmi, a Jorge Ruiz y a Luis Contigiani). Hay un hombre que viene del sector más competitivo, como es Obdulio San Martín. No tenemos nada que ver en lo políticos, él es radical, yo soy peronista, pero es una gran persona y un extraordinario técnico que tiene una acreditada experiencia en el sector semillero. A Matías Lestani yo no lo conocía, lo vimos por el conocimiento que tenía del tema ganadero, y el problema de la carne.
-Ahora que ya tiene jugadores, y le quedan dos años, ¿qué campeonato piensa ganar? ¿Llegan a la Libertadores?
-¡Ojalá que lleguemos a la Libertadores y clasifiquemos!
-En serio, ¿que le gustaría dejar en el Ministerio cuando termine este gobierno en 2023?
-Un ministerio muy técnico, muy al lado de lo que pasa en el sector. que no vaya detrás sino que pueda anticipar un poco el futuro. Me gustaría que los productores sienten que hay un Ministerio que va a pelear y a luchar por sus intereses, por mayor producción y que podemos tener un escenario de planificación para los próximos años. El principal desafío es la industrialización de la producción, que podamos genera condiciones para que el campo pueda industrializarse y exportar más. El país se salva exportando. y hoy mas que nunca el sector es determinante en la generación de divisas.
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-Ahí su discurso esta claramente alineado con lo que dicen las entidades rurales. Le hago cinco cortitas… ¿Habrá Ley de Semillas antes de 2023?
-Me gustaría que pudiéramos tener una nueva ley de semillas.
-¿Se actualizarán los recursos del Fondo de Emergencia Agropecuaria?
-Ya lo estamos actualizando. A eso nos comprometimos y de de hecho lo que estamos trabajando en el marco de la emergencia. No tenemos ley pero tenemos todos los recursos puestos ahí.
-¿Saldrá la Ley de Fomento Agroindustrial enviada al Congreso?
-Yo trabajé en la ley de la industria automotriz desde el sector privado, y el concepto de incrementabilidad de la producción sale de ahi. La ley del Consejo Agroindustrial sale de ahí. Yo creo que es un lanzamiento hacia el futuro y hacia la promoción de nuevas inversiones.
-Respecto del cepo a la exportación de carne, donde siguen siendo siete cortes prohibidos. ¿Para 2023 su aspiración es eliminar esa prohibición?.
-No hay cepo, Exportamos lo que podemos , lo que producimos. Es más, si habíamos perdido un millón de cabezas y 900 mil madres, ahora nos sabemos cuánto hemos perdido con lo de Corrientes. Es un estrago que no lo podemos medir. Todas las ecuaciones que teníamos nos plantean un escenario mucho más complicado. Todos los técnicos nos lo dicen. Pero vamos a exportar todo lo que tengamos para exportar y sea posible, con una armonía razonable.
-Por último… Seguimos en un gobierno bipolar. ¿A usted no le gustaría que se tranquilicen un poco arriba para poder hacer una política más sensata?
-Yo tengo tranquilidad. Me han convocado para tomar decisiones. y en el Ministerio decido yo en consulta con el Presidente. Nadie más me da indicaciones. Después los disparates que digan los que no conocen el sector, corren por cuenta y cargo de quienes dicen esos disparates, que no le hacen bien al país y a la producción.