El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay resolvió que todos aquellos que realicen aplicaciones de agroquímicos con equipos de más de mil litros de capacidad, incluyendo a los propios productores que lo hagan en sus propios campos, deberán hacer un curso de preparación y contar con un carnet que los habilite.
“Se extiende la obligatoriedad de la exigencia del Carnet de Aplicador Profesional a todos aquellos que realicen aplicaciones de uso propio con equipos cuyo tanque sea mayor a 1000 litros, debiendo para ello haber realizado el Curso de Capacitación”, resumió la cartera agropecuaria uruguaya, luego de dictar la Resolución 247/022 DGSA, que estableció “nuevas exigencias para las aplicaciones de fitosanitarios de uso propio”.
Las aplicaciones en el vecino país están reguladas desde hace rato. Dos decretos de principios del milenio determinaron diversas exigencias en materia de aplicación aérea y terrestre, y ya entonces se dispuso la obligatoriedad de evaluar la idoneidad de los aplicadores. Pero había un territorio gris sobre los productores que realizaran ese trabajo en sus propios campos y con equipos propios.
Por eso, frente a ese vacío, ahora el Ministerio estableció que “las personas físicas o jurídicas que realicen aplicaciones para uso propio con equipos con tanque mayor o igual a 1.000 litros y las personas físicas o jurídicas que presten servicios a terceros de aplicación con cualquier tipo de equipo aplicador y volumen de tanque, deberán acreditar que el personal afectado a tareas de manejo y aplicación de productos fitosanitarios han realizado y aprobado los cursos de capacitación que sobre dicha materia”.
“La presentación del carné de referencia podrá ser exigida en cualquier momento con motivo del ejercicio de las actividades de contralor previstas en las disposiciones legales y reglamentarias vigentes”, se advirtió en la resolución.