Gracias a la “magia” de las retenciones anticipadas el gobierno argentino recaudó en un solo día más de 60 millones de dólares por ese concepto solamente con registraciones de exportaciones de trigo.
Ayer el gobierno argentino habilitó un cupo adicional de exportación de 8,0 millones de toneladas de trigo 2022/23 –que comenzará a cosecharse en diciembre próximo– para sumar un total de 10 millones autorizadas.
Y hoy martes se registraron ventas externas de trigo pan por nada menos que 1,76 millones de toneladas, las cuales, con un FOB oficial fijado por el Ministerio de Agricultura en 335 u$s/tonelada para los embarques realizados a partir de diciembre próximo, corresponden a un ingreso de divisas de 590 millones de dólares.
La normativa vigente dispone que los exportadores de productos agroindustriales están obligados a abonar al menos el 90% del derecho de exportación correspondiente dentro de los cinco días hábiles desde la registración de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE), lo que implica, en los hechos, que el impuesto debe pagarse por adelantado. En el caso del trigo, la alícuota vigentes es del 12% del valor FOB.
Eso implica que hoy martes el Estado nacional se alzó con una recaudación por retenciones anticipadas de trigo de al menos 63 millones de dólares. El monto restante, junto con la liquidación final de divisas, debe realizarse una vez concretado el embarque, algo que puede suceder hasta 360 días después de registrada la operación.
Si la intención de siembra de trigo se cae “como un piano” este año, gracias al constante “manoseo” intervencionista perpetrado por el gobierno, entonces es muy probable que el cupo de 10 millones de toneladas sea similar al total de la oferta exportable efectiva de la campaña 2022/23.
Eso implica que es muy probable que se registre toda la oferta exportable de trigo 2022/23 antes de que el cereal comience a sembrarse en la Argentina.