Al pedir autorización del Congreso para avanzar en la privatización de varias decenas de empresas públicas, el gobierno de Javier Milei también le puso cartel de venta a INTEA (Innovaciones Tecnológicas Agropecuarias SA), la empresa mediante la cual el INTA comercializa los logros e innovaciones logrados por su plantel científico tecnológico, para que esos desarrollos generen ingresos al propio Estado y no solo a los actores privados.
El artículo del megaproyecto de ley que habilita una privatización de empresas públicas comienza en el artículo 8°, es decir que está al tope de los intereses del gobierno. El anexo al que hace referencia se publica al final del larguísimo texto. Allí hay empresas de mucho mayor envergadura para las que se pide permiso privatizador, como YPF, el Banco Nación o Ferrocarriles Argentinos.
Pero también figura INTEA, una empresa que curiosamente acaba de cumplir 30 años porque fue creada en medio de las ínfulas privatizadoras del menemismo en los años 90. “Es una empresa de capitales mixtos conformada mayoritariamente por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), integrando el denominado Grupo INTA, junto a INTA, y la Fundación ArgenINTA. El principal objeto de la empresa es la generación de agronegocios basados en la comercialización de tecnologías, bienes y patentes de su propiedad o cuya venta sea encomendada por terceros, aplicables en el ámbito agropecuario, agroindustrial y agroalimentario”, es la presentación institucional.
En realidad el Estado posee casi el 100% de las acciones de esta empresa. Peor ellos hablan de una “mixtura” con el capital privado porque en su directorio aparecen representantes del sector agropecuario. Su actual presidente es el agrónomo Sergio Melgarejo, que viene de ser presidente de la Sociedad Rural de San Cayetano y es de CRA, pero el anterior era Santos Zuberbulher, que provenía de las filas de la Sociedad Rural Argentina.
Lo curioso es que con la comercialización de productos o innovaciones del propio INTA, la firma está dando ganancias y no pérdidas. Cuando Economía aprobó su presupuesto para 2023, preveía gastos operativos por 522 millones de pesos y pagos de remuneraciones por otros 183 millones. Así los gastos totales sumaban casi 800 millones de pesos, contra ingresos proyectados por 879 millones. Es decir, había una ganancia de más de 80 millones de pesos.
“Todos los resultados se reinvierten en actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación, producción y servicios vinculados a INTA”, aclara el presupuesto de este sociedad anónima, donde trabajan 50 personas, 48 en planta permanente y dos en planta temporaria.
Liquidan al Estado para hacer negocios para los poderosos de siempre.
Merecen ser juzgados como traidores a la Patria
La confusión es porque en este momento el poderoso de siempre es el burro rata corrupto. Contra esos es la medida. La llaman la pata privada del INTA. Que investiga con el dinero de los contribuyentes y embolsa las ganancias
No es verdad. Nada de impuestos directos que paguen los argentinos llega a INTA o INTeA. Informarse antes de opinar.
El campo votó a Milei. Ahora la tienen bien adentro. A mamarla!!!
Te toca a vos?
El INTA se crea el 4 de Diciembre de 1956, ya a esta altura o se lo reformula por ej colocando las experimentales en zona marginales o van a seguir investigación adaptativa que en el mundo funcionan y ya esta hecha, por ende gasto inútil.
La verdad un horror todo, no solo el campo y la innovación sino la forma vulgar en que reparte los bienes del estado que en realidad el estado somos todos y por lo tanto nos están robando todo a nosotros en nuestra cara .. que bronca que da.. sould out argentina
No creo que se llegue a privatizar el INTA. Nadie lo compraría porque, por definición, el INTA no puede ser rentable. Sí debe reconvertirse, mas allá de Milei, y dedicarse de lleno a generar innovacion para el agro y volver a ser un organismo de extension con base científica y no un organismo científico que, “de paso”, hace extensión. Entendiendo la extensión con un criterio moderno y que atienda sectores o actividades que el mercado no atiende pero que son fundamentales para un agro integrado.
Como dice la canción de cordera:””patria, vos sos mí única madre, con alegría yo venero tu jardín, yo te agradezco porque aquí estoy atormentado por ser parte de la especie libertaria que hoy te viola en un patético festín, fue por tenerte regalada el. creer. que. no vales nada estás. pariendo hijos. ciegos, estás cansada. lo terrible no es el. poder dinastico dictatorial que gobierna junto al. ceo (confederación de excremento organizado) traidor a. la patria. que. Planifica el. saqueo. de los. recursos. energéticos, naturales. y de empresas. nacionales entre empresarios( hijos. desagradecidos. y. malparidos de la patria) y buitres. norteamericanos e israelíes argentinos bienvenidos. a. la. Nueva. norcorea del. cono sur de América latina. mis. reverencias. a Kim. joung-um.
El tema es simple que las entidades agropecuarias compren la empresa y trabajen con el estado en investigación. El ESTADO no debe tener ninguna empresa. El ESTADO es para brindar seguridad jurídica y legislar, nada más. Puede tener un rol social con el capital humano.
Pura propaganda libertaria engañosa que se olvida de mencionar que antes que nada en su visión chueca, el estado solo sirve para asegurar los negocios corporativos -como vemos en cualquier lugar que miremos del mortero de su DNU y la “Ley Omnibus- en lugar de ocuparse de generar condiciones de vida digna para todos los ciudadanos, en vez de solo para una minuscula casta empresaria y propietaria
¡A otro perro con ese cuento chino!
Si da perdidas hay que privatizarla porque es deficiente, y si da ganancia también porque no puede ser, a donde va esa ganancia mmmm? como da a entender este artículo tendencioso al decir “curiosamente”. Se comieron el relato y el sesgo los hace justificar todas las privatizaciones.
El estado está lleno de empresas autárquicas que son rentables. El mito de que lo privado funciona mejor en Argentina ya vimos que es mito y muchíiiisimo humo por parte de los ladrones que llegan al gobierno para entregárselo a sus socios o jefes internacionales.