“Pasados de frío”, como dirían los cordobeses, y bajo una generosa lluvia que permitirá volver a sembrar granos y reservas forrajeras luego de una muy intensa sequía, el precandidato presidencial de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, y su compañero de fórmula, el gobernador jujeño Gerardo Morales, presentaron en un establecimiento rural de Río Cuarto una docena de propuestas de política agropecuaria, que incluyen una unificación del tipo de cambio, la baja de retenciones gradual y la eliminación de restricciones y cupos de exportación. Adicionalmente, fuera de agenda, se anticipó como yapa la mejora inmediata de la demanda de bioetanol para el corte obligatorio.
“Al campo lo que es del campo”, enfatizó Larreta un par de veces, dando a entender que la matriz de su política agropecuaria -en caso de llegar a la Casa Rosada en diciembre próximo- es no seguir machacando sobre el sector productivo como fuente de financiamiento del sector público, como viene haciendo en las últimas décadas las gestiones kirchneristas.
En rigor, el candidato criticó que el gobierno actual, que recibió 155 millones de dólares en divisas agropecuarias, no haya sido nada solidario con los productores que padecieron la sequía. “No vamos a bancar más que los que trabajan,le tengan que dar al Estado mucho más de la mitad de lo que producen”, apuntaló esta idea.
“Lo que busca sistemáticamente el kirchnerismo es complicarle la vida y meterle la mano en el bolsillo a los productores”, dijo el jefe de gobierno porteño, quien quizás consciente de que estaba en Río Cuarto, de donde es originaria la Fundación FADA, utilizó muchos de los números de ese centro de estudios para graficar la importancia del campo (habló de 3,7 millones de empleos y de 70% de las exportaciones) la ingratitud de los gobiernos (mencionó que 70% de la renta agrícola va a parar a las tesorerías).
En este sentido, el precandidato se mostró muy crítico con la política agropecuaria del kirchnerismo, pero también tomó distancia de aquellos otros candidatos (en una clara referencia a Patricia Bullrich, su rival en las PASO, que suele prometer la eliminación inmediata de todas las retenciones) que “prometen cosas que no van a poder cumplir y lo saben”. En ese sentido, Larreta aclaró varias veces que él tiene sobrada capacidad de gestión y que no sabe qué país recibirá en diciembre. Por lo tanto se ocupó especialmente de no sobreactuar sus anuncios.
Estos fueron leídos de una pantalla que iba transmitiendo el texto:
Retenciones: “Mi primer propuesta es ponerle fin a las retenciones, sabemos que es un impuesto horrible que penaliza a los que producen. El 10 de diciembre vamos a eliminar todas las retenciones a 200 productos regionales (en este punto, y sabiendo el escenario que visitaba, mencionó especialmente el maní y los lácteos, pero no el maíz ni la soja). Vamos a dejar claro el primer día para el resto de las retenciones (aquí aparecen los granos y la carne) el camino descendente, por ley, hasta su eliminación, cuidando siempre la sostenibilidad fiscal que es lo que garantiza que nunca más se vuelvan a poner”.
Tipo de cambio: “Es imposible planificar y producir con 18 tipos de cambio distintos. El campo no necesita que le pongan un dólar soja por 25 días, necesita estabilidad por 25 años. Se llegará a un tipo de cambio libre y único dentro del primer año de gobierno”, dijo el candidato. Cuando le repreguntaron, insistió mucho en esto del plazo de un año para la unificación de los distintos dólares.
Restricciones a la exportación: Larreta mencionó que se eliminarán los cupos y restricciones a la exportación que están vigentes (como en trigo, en maíz y especialmente para la carne vacuna), pero además habló específicamente de los fideicomisos, como el escandaloso FETA que deriva recursos de los productores a unas pocas empresas molineras.
Sanidad: Prometió además facilitarle la vida a los exportadores con un SENASA al servicio del productor. Para eso hay que unificar estándares sanitarios, incorporar tecnología, lograr la interoperabilidad entre SENASA, Aduana y AFIP y mejorar la trazabilidad de los productos. Allí mencionó una frase más bien polémica, pues prometió un Servicio sanitario más enfocado a prestar servicios que al control.
Mercados: El candidato del PRO dijo que se propiciará la firma inmediata del acuerdo con la Unión Europea y el EFTA, pero además habló de “una estrategia agresiva de nuevos mercados” en negociaciones bilaterales.
Agroquímicos: Aunque aquí hay no más que una consigna, parece ser que la fórmula elegida por este sector para encarrilar las discusiones sociales por la aplicación de agroquímicos será a partir de “fomentar las Buenas Prácticas Agrícolas”, como se intentó hacer sin resultados en la gestión de Mauricio Macri.
Semillas: En este punto, Larreta debe haberse convertido en el enésimo político que promete impulsar la sanción en el Congreso de una nueva Ley de Semillas que defienda los derechos de los investigadores y obtentores de nuevas tecnologías. También el macrismo había fracasado en este objetivo.
Emergencia Agropecuaria: El candidato prometió en caso de un eventual gobierno “hacer las obras necesarias para mitigar los efectos de las sequías, inundaciones y otros eventos climáticos”, pero no hizo mención al mal funcionamiento de la Ley de Emergencia Agropecuaria y mucho menos al ansiado seguro agrícola multirriesgo.
Propiedad privada: En este aspecto, el título lanzado por esta fórmula apuntó a “ponerle fin a las tomas de tierras, roturas de silobolsas, robo de animales y otros ataques a la propiedad privada”. Se trata de uno de los puntos fuertes de su rival, Bullrich.
Trabajo rural: Larreta aseguró que va a “generar incentivos para la registración laboral y la incorporación de más trabajadores en el sector frutihortícola, aumentando el mínimo no imponible” que queda exento de pagar aportes patronales por los nuevos empleados.
Infraestructura: El candidato habló de la necesidad de “mejorar las rutas, caminos rurales y la conectividad a internet en los polos agropecuarios”. Y se quejó especialmente porque a cinco minutos de ese lugar, un campo llamado la Germana a unos kilómetros de Río Cuarto, ya no había señal de celular.
Vínculos con el agro: Larreta, también emulando a la gestión macrista, indicó que será necesario “retomar las mesas agroindustriales público-privadas para recuperar los avances que se hicieron entre 2015 y 2019 en materia de simplificación, evasión, acceso a mercados y calidad en los alimentos”. Las más destacadas entonces fueron las Mesas de la Carne y la Forestación, que se desarticularon de inmediato con el cambio de gobierno en 2019.
“Si viene alguien a decirles que puede hacer todo esto el primer día, no es cierto, es mentira”, se atajó el candidato, quien enfatizó que “el cómo es lo que hace la diferencia” de su fórmula junto a Morales respecto de otros binomios de candidatos.
El periodista agropecuario riocuartense Germán Tinari le recordó a la hora de las preguntas que estaba en la zona donde están instaladas todas las plantas que convierten maíz en bioetanol, y que sin embargo no había dicho nada sobre el asunto. Allí Larreta dudó y pidió socorro de su vice, al que presentó como un “experto en energías” porque sabe de litio. Por fortuna en Jujuy también se produce caña de azúcar y entonces Morales también sabía de este asunto. Allí llegó la yapa, pues prometió que en caso de llegar al gobierno van a aumentar el cupo de mezcla de la nafta del actual 12% a no menos de 15%.