Las nuevas tecnologías en el desarrollo de neumáticos para maquinaria agrícola buscan optimizar el rendimiento, ahorrar combustible y evitar la compactación excesiva del suelo. Una alternativa para los productores de zonas con mucha humedad o terrenos muy difíciles son los sistemas de orugas, tanto para cosechadoras como para tractores.
En la Argentina, la empresa CAMSO, que pertenece al grupo Michelin, ofrece varios modelos para cosechadoras. Son CTS estándar T23A, diseñada para aumentar la accesibilidad al campo y la estabilidad en suelos blandos a fin de obtener el máximo rendimiento; CTS suspendido Q23M, que mejora la calidad del desplazamiento y logra el máximo contacto con el suelo gracias al aislamiento de caucho entre el bastidor superior e inferior, además de tener doble oscilación en los 4 rodillos inferiores; y CTS de alta velocidad, el primer sistema de orugas de la industria para cosechadoras con un sistema de transmisión integrado que permite alcanzar velocidades viales similares a las cosechadoras con ruedas.
Su uso está recomendado para terrenos inundados o incluso regiones con un alto nivel de humedad, donde otros productos de movilidad no pueden entrar o desempeñarse correctamente, gracias a que tienen una mayor área de contacto con el suelo (a modo de referencia, la superficie de un juego de sistema de oruga equivale a 12,6 neumáticos 520/85 R42).
¿Qué quiere decir? Que la oruga genera una pisada equivalente a 12,6 neumáticos llanta 42 pulgadas. Esto conlleva a una menor compactación de la tierra, aumentando el rendimiento de la cosecha en más del 5% a partir del segundo año, según estudios internos de esa compañía.
Pero sobre todo este tipo de tracción genera una accesibilidad a los campos anegados permitiendo transitar la maquinaria en situaciones adversas. La instalación del sistema le brinda al productor una ventaja competitiva para adecuarse a las distintas situaciones.
Referente al uso en tractores, en sus recomendaciones técnicas John Deere afirma que dado que los tractores de orugas actúan y se desplazan de manera diferente a los tractores de ruedas, se debe realizar una revisión exhaustiva de las ventajas, desventajas y consideraciones operativas de las orugas antes de determinar si las orugas o los neumáticos son la mejor opción para las aplicaciones.
Entre las ventajas de las orugas describe mejor flotación, marcha más suave en campos accidentados (en diagonal entre hileras), mayor nivel de eficiencia de tracción en una gama más amplia de condiciones del suelo, más estabilidad en laderas (capaz de mantener la tracción), mejor maniobrabilidad (posible radio de giro cero), conexión de implementos más sencilla, cambios mínimos de lastre y sin presión de neumáticos que ajustar y sin salto de energía.
Al enumerar las desventajas, la firma de maquinaria señala control de dirección reducido bajo carga de tiro pesada (siguiendo terrazas, contornos), posible interferencia de la TDF y la barra de tiro al realizar giros cerrados, no compatible con cargadores y topadoras, marcha brusca y/o vibración en superficies duras y más daños a los cultivos en las últimas hileras.
Finalmente, hay que destacar que el sistema de orugas implica un mayor costo inicial frente a los neumáticos y mayor mantenimiento, pero como se dijo, son la mejor opción en campos anegados y accidentados, logrando un desempeño que los neumáticos no ofrecen.