El ex presidente de la Asociación de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), Pedro Vigneau, se sumará al gobierno de Cambiemos ocupando un casillero nuevo que estaba vacante: la Subsecretaría de Mercados Agroindustriales. La designación de Vigneau se conoció este lunes a través de un decreto firmado por Mauricio Macri y su ministro de Producción, Dante Sica. Les parecerá raro, cierto, pero el productor de Bolívar no reportará a la Secretaría de Agroindustria sino a la secretaria de Comercio Exterior, Marisa Bircher.
Vigneau llega a la función pública en medio de una visible interna instalada hace varios meses entre Sica, su protegida Bircher, y el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, que no firmó el decreto ni tuvo injerencia en la designación. Una ex presidente de AAPRESID, María Beatriz “Pilu” Giraudo, había ocupado otro importante cargo en Agroindustria, pero en la gestión de Ricardo Buryaile. Su gestión también estuvo signada por las constantes modificaciones en ese área de gobierno.
Nunca estuvo más acertado el título con que Bichos de Campo contó el año pasado que Bircher pegaba el salto desde la órbita de Agroindustria -donde había sido subsecretaria de Mercados Agroalimentarios, dependiendo primero de Buryaile y luego de Etchevehere- al Ministerio de la Producción, al que había llegado el economista Sica. “Agroindustria pierde mucho más que una cara bonita”, dijimos en aquel momento.
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En rigor, a partir de ese suceso y del empoderamiento de Dante Sica en el gabinete, sucedieron varias cosas que fueron desflecando la pequeña cuota de poder que históricamente ha tenido el área de Agroindustria dentro de los diversos gobiernos. Primero fue la degradación a “Secretaría de Gobierno”, bajó la órbita de Producción. Después fueron sucesivos intentos de Bircher -designada en la Secretaría de Comercio Exterior- por recuperar algunas funciones que antes ella desempeñaba en el viejo Minagro. Estas son básicamente dos:
- Desde fines del año pasado Bircher intentó volver a distribuir los cupos de exportación de productos agropecuarios, empezando por la millonaria Cuota Hilton, que tantos escándalos desató en anteriores gobiernos. La pulseada con Etchevehere por este asunto derivó en la intervención de Marcos Peña y la decisión de crear una absurda comisión tripartita -con un delegado de Jefatura de Gabinete- para decidir sobre esos cupos arancelarios. Ahora opinan los tres.
- A principios de este año, Bircher fue a la carga para apropiarse del área de negociaciones agrícolas internacionales que históricamente manejó el el Ministerio de Agroindustria. ¿A qué se dedica este área? Por ejemplo, es la que analiza el mercado agrícola internacional y recomienda a la Cancillería las diferentes posiciones que deben llevarse a las mesas de negociación, como la OMC o el acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea. Es estratégica.
En esta nueva disputa, Bircher logró que en la nueva estructura del Ministerio de Producción, y bajo la órbita de su secretaría, la de Comercio Exterior, se creara una nueva subsecretaria que se llama de la misma manera que la que ella misma ocupara cuando estaba en el ex Minagro: Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios. Ese es el cargo para el que se ha convocado ahora al ex presidente de AAPRESID.
Dice la página del Ministerio de Producción que al área de Vigneau “tiene por objetivo abordar las negociaciones sobre temas agrícolas. Elabora, propone y participa en los diversos ejes estratégicos para inserción en el mundo a través de la relación bilateral y los foros multilaterales. Trabaja y proporciona un desarrollo estratégico para la apertura de mercados agroindustriales”. Más claro echale agua.
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Etchevehere también se resistió a esta nueva embestida y logró mantener bajo su ala a los funcionarios de carrera (lo que realmente saben) que se ocupaban de este tema. La semana pasada creó una Dirección Nacional de Relaciones Agroindustriales Internacionales, y puso al frente allí, con rango de subsecretario, a Maximiliano Moreno, un abogado especializado en derecho económico, docente universitario e investigador que trabaja desde 1997 en el ex Ministerio de Agroindustria.
La situación linda con lo ridículo y coloca al gobierno de Cambiemos en una situación muy semejante a la de años atrás, cuando distintos funcionarios como Guillermo Moreno, Ricardo Echegaray, Axel Kicillof o hasta Amado Boudou carroñeaban de diversas funciones del debilitado Ministerio de Agroindustria, con intereses parciales y no siempre santos.
El gobierno que recibe al infatigable Pedro Vigneau tiene ahora dentro del mismo ministerio, el de Producción, dos subsecretarías y una dirección nacional que tienen casi casi el mismo nombre: la mencionada Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios que depende de Bircher; y la
Dirección Nacional de Relaciones Agroindustriales Internacionales, bajo la órbita de Agroindustria. Adicionalmente, bajo el mando de Etchevehere sigue funcionanro la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios (por tres letras le erramos), que se ocupa de asuntos comerciales domésticos y está administrada por Jesús Silveyra. Un quilombo.
“Venimos a trabajar en equipo”, dicen los funcionarios de Cambiemos. “Queremos desburocratizar y simplificar el sector público”, agregan.