En medio de la crisis política y mientras se espera la llegada de Sergio Massa como nuevo ministro plenipotenciario del gobierno, voceros oficiales salieron a remarcar que desde el lunes estará disponible en los bancos de cada productor el nuevo instrumento financiero y cambiario para incentivar a que los productores agropecuarios vendan su cosecha de soja antes del 31 de agosto próximo.
El mecanismo, que fue aprobado este martes por el Banco Central (BCRA), “ya quedó operativo y los bancos estarán en condiciones de ofrecerlo a sus clientes desde el próximo lunes”, según dijeron a la agencia oficial Télam fuentes de ese organismo. La frase hace referencia a la posibilidad que tendrán quienes vendan su soja de depositar el 70% de los pesos obtenidos en una cuenta que ajusta diariamente por variación del tipo de cambio. Con el 30% restante los productores o dueños de los campos que vendan podrán comprar divisas al “dólar ahorro” (oficial + 65%), que el viernes cerró a 226,50 pesos en el Banco Nación.
El objetivo del Banco Central es que las liquidaciones de soja sean, al menos, de unos 2.500 millones de dólares por arriba de las esperadas hasta el 31 de agosto próximo, y que ayuden así a reforzar las reservas internacionales. En realidad esto no depende de las ventas de los productores sino de que esos granos se exporten e ingresen las correspondientes divisas al BCRA.
La norma establece que los productores podrán depositar el 70% de los ingresos producidos por la venta de soja en una cuenta a la vista (es decir, con acceso en cualquier momento a esos fondos) que se ajusta de forma diaria en función de la evolución del tipo de cambio A3500.
Además, por el 30% restante se permitirá la formación de activos externos al valor del dólar oficial más el impuesto PAÍS y las retenciones a cuenta que percibe la AFIP. “De ninguna manera se trata de un dólar agro, ni un tipo de cambio diferencial. Sólo habilitamos dos instrumentos de inversión para los productores de soja”, aseguró días atrás el presidente del Banco Central, Miguel Pesce.
Consultados por Télam, los principales bancos con clientes del sector agro, tanto en la zona núcleo como en otros puntos del país, confirmaron estar trabajando en su implementación, aunque no creen llegar a ofrecerlo efectivamente el lunes próximo ya que están en una “fase técnica y de entendimiento de la norma” hasta su lanzamiento efectivo.
Desde el BCRA aseguraron que “no hay ninguna norma pendiente” para que se haga efectiva, aunque reconocieron que se trata de una medida “inesperada e innovadora” y que, por ello, es probable que demore “entre una semana y 10 días” para su cumplimiento efectivo. De todas formas, están confiados en que tendrá una buena recepción una vez que esté disponible.
“Seguramente podamos obtener 2.500 millones de dólares, muy posiblemente más. Creemos que esa es una cifra posible. Vamos a ver si el incentivo lleva a una venta mayor”, puntualizó Pesce en una entrevista radial, en la que enfatizó que la medida es “conveniente” ya que se trata de “una solución a un problema que nos plantea una cadena productiva, como lo hemos hecho con las pymes en su momento”.
Según cálculos del Ministerio de Agricultura, actualmente hay cerca de 10.000 millones de dólares en granos que aún no fueron liquidados, de los cuales una porción más pequeña -cercana a los 3.000 millones- está en centros de acopio pero aún sin precio fijado, por lo que aún no se concretó su venta.
Para poner un ejemplo del funcionamiento: en una venta de granos de soja por 1 millón de pesos, el productor podrá hacer un depósito por $700.000 y, con los $ 300.000 restantes, adquirir US$ 1.324,5 al precio del denominado “dólar ahorro”.
La otra ventaja para el productor es que esos dólares son de libre disponibilidad por lo que puede dejarlos en el banco, retirarlos o usarlos para comprar insumos o hacer cualquier operación financiera habilitada.
Si, por ejemplo, decidiera vender esos dólares vía MEP obtendría unos $370.000, lo que implica una ganancia inmediata de unos $ 70.000 respecto de una venta normal, donde cobraría su soja al valor del dólar oficial.
“El productor tiene la ventaja de no asumir los riesgos de mantener la cosecha en los campos y poder aprovechar cualquier oportunidad de negocios por la disponibilidad inmediata y automática de los fondos. La estructura de este régimen considera prácticas comerciales y de ahorro tradicionales de la actividad”, aseguraron desde el BCRA.