China no sólo es el gran importador mundial de soja y de carne vacuna. También se está convirtiendo en una gran demandante de productos lácteos. Según los datos publicados por el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), entre enero y octubre sus importaciones crecieron 40%.
Lo llamativo, sin embargo, es que el crecimiento más pronunciado se da en productos con alto valor agregado, como es el caso de los yogures. En ese caso las compras aumentaron el 70%. Otro ejemplo es de las leches infantiles, que crecieron 34%.
Jorge Castro, especialista en comercio y política internacional, sostiene que “el mercado asiático, encabezado por la República Popular China, está encabezado por una nueva clase media. Son unos 300 millones de personas con ingreso per cápita comparable al de los norteamericanos, que es de 35.000/40.000 dólares por año. Eso es lo que está en marcha en el mercado mundial”, evaluó.
Castro indicó que China, a cambio de estas importaciones, “no reclama mucho porque sus principales mercados son la Unión Europea y los Estados Unidos. Lo fundamental es que China es la principal fuente de capitales del mundo y la clave sería atraer inversiones de ese origen al país”.
De todos modos, al tiempo que crece el mercado mundial por la tracción de China, las exportaciones de lácteos de argentina se achican. Los datos oficiales indican que entre enero y octubre la reducción de los embarques fue del 27% en volumen. En valor el desempeño exportador tuvo una menor caída, de 10%, por la mejora del precio de la leche en polvo, que pasó de 2.700 dólares el año pasado a los actuales 3.100 dólares por tonelada.