China es el gran comprador mundial de carne vacuna, y por eso hubo tanto interés de los exportadores argentinos por participar de la feria Sial de Shangai que termina hoy.
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) armó el stand más grande en la historia de su participación en la muestra, con 1.100 metros cuadrados, y un restaurante con 35 mesas para 5 personas por cada una, con hasta 4 renovaciones de comensales por turno.
“Tuvimos la visita de innumerables interesados por la carne vacuna, las consultas fueron muchísimas en estos días, pero la tendencia de precios es a la baja”, dijo Daniel Urcia, vicepresidente del IPCVA, a Bichos de Campo.
“Lo que nos comentan es que la economía china no está en su plenitud, que hay muchos restaurantes cerrados y eso complica el poder de compra de los importadores”, agregó.
En cuanto a la referencia de precios dijo que “lo que se ve es que quieren pagar menos de 5.000 dólares por cortes que se colocan en 5.200 a 5.400 dólares, muy lejos de los máximos de este año que llegaron a los 6.000 dólares, y de los techos que hubo un año atrás o en 2019, antes de la pandemia”, indicó Urcia.
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El referente industrial señaló que hay stock de carne acumulado, y eso los lleva a presionar los precios a la baja.
En tal sentido, el consultor Rafael Tardáguila, de Fax Carne, quien también estuvo en la feria, afirmó que se calcula que hay 1 millón de toneladas de carne en stock, lo que equivale a importaciones por al menos 4 meses.
A eso se agrega que Brasil volvió a ese mercado con una fuerza renovada, tras el cierre por el caso de vaca loca atípica.
La caída de los precios que paga China, a donde los frigoríficos argentinos colocan el 75% de lo que se exporta, agrava los problemas de competitividad que generan las medidas del gobierno, como son la aplicación de derechos de exportación y el desdoblamiento cambiario. Es por eso que cayó fuerte en estos meses el precio de las vacas, que además están sobre ofertadas por la sequía.
Urcia consideró que el panorama no es el más alentador, ya que se viene un segundo semestre también con alta faena, tal como viene sucediendo este año.
Los feedlots tienen mucho ganado encerrado que saldrá a venta entre junio y octubre. A eso se suma que la sequía no da tregua y que el invierno será duro para los campos de cría, e imposible para la recría.
Se espera que la faena y oferta de carne siga siendo alta en el segundo semestre y un incremento en la producción porcina y de carne de pollos, por lo que el mercado interno estará bien abastecido.
“Creemos que no habrá recomposición de los precios ganaderos, no se reconoce el aporte del sector al freno de la inflación. Este atraso en los precios de la carne y de la hacienda, puede significar una alegría para el consumidor, pero a su vez una fuerte descapitalización de los sectores productivos”, concluyó el industrial.