Como si se tratara de la Guerra de las Galaxias, la saga pro cuidado del mabiente iniciada por la “Huella de Carbono” ha comenzado con singular éxito y requiere de nuevos éxitos de taquilla. Todos los países del mundo, al menos el civilizado, están discutiendo en la COP27 nuevos acuerdos para detener y mitigar las emisiones de Gases del Efecto Invernadero (GEI). Pero si usted pensaba que con eso se termina la agenda ambiental, y las nuevas exigencias a quienes producen, estaba equivocado.
Pronto llegará a los cines de todo el planeta el segundo capítulo: la Huella Hídrica.
Verónica Charlon, investigadora del INTA Rafaela, es una especialista en huella hídrica y bien podría ser guionista de esta pelicula. Por eso recurrimos a ella para entender el concepto de huella hídrica y para saber de qué sirve.
-¿Es como la huella de carbono? En ese caso uno va midiendo cómo su actividad cotidiana provoca emisiones que provocan el calentamiento. ¿En este caso sería cómo consumimos agua?
–Casi así. De por sí el termino huella se identifica con la apropiación que hace el hombre de los recursos naturales, en este caso del recurso hídrico. Y se puede utilizar para medir cuánto se utiliza de agua para producir un producto, un bien, un servicio, cuánto se usa de agua en una cadena de producción.
-¿Y le están poniendo tanta importancia a medir la huella hídrica como le ponen la huella de carbono?
-La huella de carbono tiene un impacto global porque las emisiones tiene un impacto directo en todo el mundo. La huella del agua, en cambio, tiene impacto local, regional, que se da a nivel de cuenca. Entonces, por ahí el problema que yo estoy midiendo, que sería una sobreexplotación del agua aquí en Córdoba, a una persona en Holanda no le interesa.
Mirá la entrevista a Verónica Charlon:
La investigadora del INTA Rafaela, a la que cruzamos en una reunión sobre el riego en el INTA Manfredi, indicó que el concepto de Huella Hídrica es más común en aquellas actividades y zonas que dependen más directamente del recurso, como en Mendoza. “Hay muchos estudios de evaluación de huella hídrica en lproducción de vid, por ejemplo, versus en otras zonas que hay menos porque, en la región pampeana como ejemplo, ahí hay un efecto del agua de lluvia y no tanto del riego”, indicó.
-Cuando se mide huella de carbono el indicador es cuánto emito. Ahora está de moda calcular cuánto capturamos. Entonces se hace un equilibrio. En el caso del agua no hay balance posible. Se puede saber simplemente cuánto ahorramos. Pero finalmente siempre la consumimos.
–En realidad, cuánto consumimos de agua para producir por ejemplo una tonelada de maíz bajo riego, ese concepto de huella hídrica se identifica con tres colores: verde, azul y gris. La huella hídrica verde es el agua que consume el cultivo en su ciclo de producción. La huella hídrica azul sería el agua que se ha extraído para regarlo, y la huella gris mide el poder contaminante según el manejo que se esté realizando ese riego. Eso se puede estudiar para lo que es, por ejemplo, una tonelada de un producto, como es maíz para un kilo de carne, un litro de leche, un kilo de queso. Uno puede además acotarlo a una parte del ciclo de producción,o para una cadena completa.
-¿Estamos obligados a medir la huella de agua? Con la huella de carbono hay como una imposición de los mercados…
–No es obligatorio, es un indicador, que tiene muchos usos. Se puede usar para un productor, una región, una cuenca, una provincia. Puede utilizarlo para hacer una gestión integral de recursos hídricos. Lo que sí, como se está avanzando en la huella ambiental en toda Europa a través de las reglamentaciones que están haciendo, por ahora no es obligatorio, pero en un futuro puede llegar a ser obligatorio realizar una huella ambiental. En esa huella deberá estar la hídrica.
-¿Y los productores argentinos por qué deberían empezar a pensar en la huella hídrica?
-Por ahí depende la zona. Uno cree que el agua sobra. Pero si bien hay una gran disponibilidad en Argentina, tanto de acuíferos como de fuentes de agua superficial, esta calidad está afectada y muchas veces a lo largo del año o en estaciones. Y también el cambio climático afecta el agua, ya sea por un periodo de exceso de lluvia o periodos de estrés hídrico. Entonces todo esto se puede evaluar y es un indicador que puede servir para realizar una buena gestión, analizar puntos críticos y evaluar eficiencias de riego.
-El productor debería empezar a pensar en esto porque viene la exigencia, por un lado, pero además porque es ambientalmente deseable.
-Por supuesto, se debe tener una conciencia ambiental, porque el recurso si bien es renovable, es finito y hay que cuidarlo.
-Por ahora la mayor parte de los productores no pagan por ese recurso. Quizá sí abonen un canon, pero tienen un recurso muy barato. ¿El agua es un recurso muy barato en la Argentina?
-Sí, es un recurso barato. Por ahí no está bien dimensionado.