En la primera semana de vigencia de la segunda edición del régimen cambiario denominado “dólar soja” exportadores de productos agroindustriales adelantaron el ingreso de divisas por 955 millones de dólares.
Se trata de una cifra cercana al mínimo comprometido de 3000 millones de dólares, según acordó el ministro de Economía Sergio Massa con las empresas integrantes de Ciara-CEC, el cual debería estar completado hacia fines del presente mes de diciembre.
Entre contratos nuevos y fijaciones de precios de contratos abiertos, hasta el momento se comercializaron 1,80 millones de toneladas de soja con los valores ajustados con el tipo de cambio especial de 230 $/u$s.
Para que se cumplan los planes del gobierno, ansioso por reforzar reservas internacionales del Banco Central (BCRA), es necesario que en las próximas tres semanas los productores argentinos vendan o cierren posiciones de soja 2021/22 por al menos otras 3,80 millones de toneladas más.
Se trata de un requisito indispensable porque los pesos obtenidos por los adelantos de divisas, que en esta segunda edición son 230 por cada dólar, deben emplearse exclusivamente por parte de los exportadores para originar mercadería en el mercado interno. Si el poroto no “aparece”, entonces el plan fracasa.
A diferencia de la primera edición del “dólar soja”, en esta segunda vuelta está costando bastante más originar mercadería porque los productores –con una sequía de por medio e incertidumbres crecientes sobre cómo encarar el 2023– no están tan apurados por desprenderse del poroto.
Por ese motivo, ayer viernes, ante señales de una desaceleración del interés vendedor, algunos exportadores e industrias aceiteras debieron reforzar los precios ofrecidos con el propósito de encontrar interesados.