El primer día de vigencia de la tercera edición del “dólar soja” registró un volumen insignificante de operaciones ante el desinterés vendedor de la mayor parte de los productores.
La plataforma Sio Granos muestra hasta las 21:00 horas de este lunes operaciones de venta de soja disponible por unas 72.000 toneladas, la mayor parte de las cuales se realizaron con “precio a fijar”, lo que indica que los valores ofrecidos no resultan atractivos. Las ventas con “precio hecho” se ubicaron en torno a los 107.000 $/tonelada.
En el Matba Rofex, mercado de futuros agrícola argentino que opera como referencia, se negociaron este lunes 6400 toneladas de Soja Rosario disponible a un valor promedio ponderado de 106.950 $/tonelada (cercano al valor anticipado la semana pasada por Bichos de Campo).
La suma de operaciones de todos los contratos futuros de Soja Rosario 2022/23 en el Matba Rofex no logró superar las 50.000 toneladas negociadas, lo que muestra la cautela vendedora.
Al analizar el valor de referencia de 106.500 $/tonelada con los precios futuros de la Soja Rosario para las posiciones Abril, Mayo y Julio 2023 ajustados por inflación –según la expectativa contenida en el informe REM-BCRA–, es evidente que el precio actual ofrecido es conveniente.
Sin embargo, en la actual coyuntura macroeconómica y política la evaluación que hace la mayor parte de los productores argentinos está muy lejos de focalizarse solamente en las cuestiones técnicas, dado que el descalabro cambiario presente en la Argentina es tan profundo que los empresarios agrícolas prefieren mantenerse en un activo “100% blindado” contra eventuales devaluaciones bruscas.
El elevado nivel de improvisación que está mostrando el gobierno nacional –que quedó en evidencia este lunes al no poder precisar aún cuáles serán los sectores que serían incluidos en el “dólar agro”– tampoco ayuda mucho en lo que respecta a motivar decisiones de venta de poroto.
Por otra parte, vale recordar que, en un contexto de desastre productivo, donde los empresarios agrícolas deben preservar el capital para poder asumir los costos de las siembras 2023/24, no resulta sencillo tentar a los productores de soja.
La clave, por supuesto, es que la industria aceitera comience a subir los precios de la soja disponible en las sucesivas jornadas para intentar impulsar ventas, aunque las fábricas aceiteras tampoco la tienen fácil, porque Brasil está embarcando volúmenes gigantescos de poroto, harina y aceite de soja y eso deprime los valores FOB de los productos oleaginosos en la región del Cono Sur.
Adicionalmente, los márgenes operativos de gran parte de las industrias procesadoras de soja siguen en terreno negativo al trabajar con un nivel de capacidad ociosa muy elevado, el cual apenas es morigerado por el poroto que ingresa desde Brasil y Paraguay.