La Bolsa de Cereales de Córdoba acaba de emitir un informe agroeconómico en el que realiza un análisis de los márgenes brutos que dejó la soja al cabo de una traumática cosecha. Tras ese ejercicio, la entidad afirmó que, a pesar de que los chacareros siguen ganando dinero, “por la baja de precios y de los rendimientos, la soja termina la campaña 2016/2017 con una caída del 36% en el margen bruto en campo propio y del 81% en campo arrendado para el promedio de Córdoba”. Hay que recordarlo, en los últimos años esa provincia ha sido la mayor productora de ese cultivo.
“Con las tareas de cosecha de soja en su tramo final, es posible realizar un ejercicio teórico para calcular los resultados económicos del ciclo productivo. En este sentido, los indicadores de rentabilidad de la campaña 2016/2017 como margen bruto y margen neto en campo propio, y margen bruto en campo arrendado han sido positivos, pero muestran un deterioro respecto a los resultados del ciclo 2015/2016”, indica el trabajo de la bolsa cordobesa.
En campo propio, el margen bruto para la campaña 2016/2017 ha sido de 269 dólares por hectárea, mostrando una caída del 36% frente a la campaña previa.
La menor rentabilidad se explica por una caída en el rendimiento promedio del cultivo del 9% para la provincia de Córdoba y la caída del 7% en el precio disponible a cosecha que, en conjunto, significan una retracción de 133 dólares en los ingresos por hectárea.
En campo arrendado, a menores precios y rendimiento se sumó un aumento de 4% en los alquileres, derivando en una caída del margen de los productores “sin tierra” de 81%. Sin embargo, medido en términos de valor absoluto el resultado se encuentra en torno al promedio de las últimas 7 campañas.
Aquí el resumen de los cálculos de margen bruto:
La Bolsa aclara que “en los departamentos Tulumba y Santa María, el margen en campo alquilado fue negativo en un rango de 50 a 60 dólares por hectárea, principalmente por rendimientos que fueron sensiblemente menores a los de la campaña 2015/2016”.