Sucedió el jueves en Santa Fe con el gobernador Omar Perotti. Y este viernes fue toda la cadena de la carne de Entre Ríos, con los laburantes incluidos, la que se pronunció en contra de las restricciones a las exportaciones de ese alimento y reclamó a su gobernador, Gustavo Bordet, que inicie gestiones ante el gobierno nacional para revertir la medida.
“Los abajo firmantes solicitamos ser recibidos en forma inmediata por el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, a fin de que interceda ante el Gobierno Nacional para lograr la normalización de las exportaciones de carne a la mayor brevedad posible”, dice un comunicado firmado por la Mesa de Enlace de Entre Ríos (Farer, Sociedad Rural, Federación Agraria y las cooperativas de Fedeco), por el Sindicato de la Carne Filial Paraná y por la Cámara de Industrias Cárnicas de Entre Ríos.
Las organizaciones de la cadena cárnica (solamente faltan adherir a los frigoríficos de la provincia enrolados en el Consorcio ABC), alertaron que el cepo a las exportaciones de lo que producen tendrá “graves perjuicios” sobre todos los eslabones de la producción ganadera en la provincia, comenzando por el más débil, que es el trabajador.
“Los principales efectos negativos registrados hasta el momento han sido la suspensión inmediata de personal eventual, las reducciones de jornadas horarias de trabajo, el adelanto de vacaciones y la puesta en riesgo de cientos de puestos laborales en diversas plantas frigoríficas y establecimientos rurales de Entre Ríos. Asimismo el congelamiento y retracción de inversiones y la pérdida de expectativas de miles de productores y familias rurales”, se indicó en el comunicado.
Y se agregó: “Este panorama no es solo perjudicial para el principal sector económico de nuestra provincia sino también para el conjunto de la sociedad entrerriana y para el Estado mismo, en un contexto de creciente inflación, pérdida de poder adquisitivo, incremento del desempleo y presión tributaria récord”.