Cada vez es más común ver que los micrófonos dentro del ruralismo los sostienen los más jóvenes. Ya sea para refutar una “fake news” en redes -como el mensaje sobre la industria lechera que dio la cantante María Becerra en los últimos días-, como para posicionarse a favor del regreso de la educación rural presencial, los jóvenes han sumado la palabra “involucrarse” a su vocabulario diario. ¿Y por qué se tienen que involucrar? Porque esperar que los cocos caigan solos de la palmera es perder el tiempo y porque, sobre todo, el “futuro” ya llegó.
Eso es lo que sostienen quienes integran hoy la Mesa de Enlace Joven, un espacio formado en 2019 por los ateneos y las juventudes de las principales entidades del sector agropecuario: Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Federación Agraria (FAA), Coninagro y la Sociedad Rural Argentina (SRA).
“Antes se hablaba de los futuros líderes del sector agropecuario y ahora me refiero a la formación de los líderes del presente, líderes en un aspecto amplio y no sólo del sector”, dijo Ivana Vidal, futura politóloga y presidenta del Ateneo de la SRA, a Bichos de Campo.
El trabajo de la juventud ruralista se coordina entre aquello realizado al interior de cada institución, y lo planteado en conjunto de cara a la sociedad.
“Nuestro día a día está del lado de ir formándonos. Por más que muchos conocen el sector, tratamos como grupo de salir. Creo que la persona humana tiene un sentido de pertenencia, y como jóvenes involucrarnos en estas organizaciones hace que empecemos a levantar la voz y ser más activos”, consideró Vidal.
Aún así, la joven nacida en la localidad de América, en la provincia de Buenos Aires, afirma que no hace falta provenir del campo para sumarse. “El único requisito es tener pasión, interés y compromiso”.
¿Y qué pasa con la agenda? Desde Jovita, el cordobés Matías Ratto, secretario de la Juventud de Federación Agraria, afirmó que si bien hay un espacio de trabajo propio distinto del de la entidad madre, ya que se trata de un ámbito formacional en el que se suman herramientas para el desarrollo social, profesional e incluso gremialista, a veces “la juventud no escapa del contexto en el que vive el sector agropecuario”.
“El principal problema que tiene la producción agropecuaria en Argentina, y los productores en forma particular, es que hay una alta presión impositiva sumada a una falta de políticas de largo plazo que sean claras. Después también está el tema de la falta de conectividad. Pensar hoy en día en que los jóvenes se puedan quedar y desarrollar en el medio rural, en la heterogeneidad de regiones que tiene nuestro país, es importante”, afirmó Ratto a Bichos de Campo.
Este pensamiento quedó cristalizado en un documento que estas juventudes presentaron hace dos años, en el que denunciaban el problema del desarraigo rural y de la alta migración del campo a las ciudades, en búsqueda de mayores oportunidades de desarrollo.
“Más allá de que sea transitorio, porque uno está de paso en las instituciones, creo que la participación en esta instancia te ayuda a comprender esa diversidad de opiniones y generar los consensos que hacen falta para salir adelante. Ese es un problema grave que vemos en el arco político argentino”, agregó el joven cordobés licenciado en Agronomía.
En ese mismo sentido el tandilense Santiago Alem, presidente de Ateneo CRA a nivel nacional, consideró que las juventudes deben involucrarse porque se debe trabajar “hacia el fortalecimiento institucional”.
Afirmó a continuación a este medio que transpolar esta discusión a la “mesa de los mayores” arroja mejores resultados de los que se obtendrían trabajando cada uno de manera individual.
“Siempre que hablamos con los mayores nos dicen que ellos no tuvieron la oportunidad de formarse y agarrar el roce necesario durante su juventud, y que fueron haciendo camino al andar con sus cargos. Nosotros tenemos esa posibilidad de equivocarnos en el proceso de aprender”, indicó.
El trabajo desde estas bases apunta también a achicar la famosa y extendida brecha entre el campo y la ciudad. “Creo que tenemos un protagonismo muy interesante en el presente, en el día a día del sector y de las instituciones, que nos acercan un poco a la sociedad y al accionar social. Muchas veces se planta un paredón compuesto por mitos y hay que lograr que esos mundos se acerquen”, sostuvo Alem.
Y dentro de todo este arco participativo, se gesta sin dudas el próximo recambio generacional, que vendrá de la mano de nuevas agendas y planes de acción.
“Nosotros somos el presente. Por ahí falta que los grandes acepten que podemos aportar a sus ideas e innovar. Todos los jóvenes de las entidades coincidimos en que falta un recambio. Ocurre lo mismo con el lugar que tiene la mujer”, dijo desde Pampa del Indio la chaqueña Camila Hutak, presidenta de la Juventud de Coninagro y futura licenciada en gestión ambiental, a Bichos de Campo.
“Nuestro objetivo es similar al de los mayores, seguimos los pasos de lo que es Coninagro madre, pero también nos estamos formando como futuros dirigentes rurales. En nuestro caso tocamos la realidad del cooperativismo, de las economías regionales y del arraigo rural en el país. Es importante que actuemos, sino nadie nos va a llamar”, remarcó Hutak.