En la pequeña localidad de Oriente, ubicada en el partido bonaerense de Coronel Dorrego y a 90 kilómetros de la ciudad cabecera, el Instituto Secundario Ceferino Numuncurá llenó de ilusión a sus 1800 habitantes con un proyecto productivo del que participaron alumnos de entre 12 y 17 años.
Apoyándose en la tradición olivícola del partido, que aunque pueda parecer poco conocida es por el contrario bastante robusta, la escuela contactó a productores cercanos a Oriente para iniciar una experiencia de cosecha, que derivó luego en la producción de aceite de oliva de la mano de un fabricante local.
“Nos contactamos con la familia Moirano que inició con su plantación de olivos hace unos 8 o 9 años y por distintas circunstancia nunca las explotó. Más allá de que no recibieran los cuidados correspondientes, aquellas plantas seguían produciendo. Luego de coordinar con Gerardo Cao y Fernanda Castañaga, que trabajan allí y son socios, logramos asistir con nuestros 105 alumnos a cosechar”, contó a Bichos de Campo la directora del Instituto, Brenda Termansen.
Si bien el proyecto se había intentado concretar durante la gestión de la anterior directora, fue recién a mediados de 2023 que pudo hacer esta prueba piloto.
“Esta escuela no tiene educación agropecuaria, sino que la orientación final es economía y administración. Sin embargo, la salida laboral que hay acá en la zona es agropecuaria. Y si bien generalmente la mayoría de los estudiantes se va a estudiar a una ciudad cercana que es Bahía Blanca o Tres Arroyos, esto se pensó para aquellos que no tiene los medios para ir a estudiar o no quieren hacerlo. Creemos que brinda otra herramienta”, explicó la directora.
Durante el proyecto, los alumnos recibieron capacitación de parte de la finca en recolección manual de las olivas, y posteriormente desde Finca La Comarca, una empresa privada dedicada a la producción de aceite de oliva y otros subproductos, también conocieron todo el proceso industrial detrás de la obtención de los productos comerciales.
“Gabriel Messina, que es el dueño de Finca La Comarca, se entusiasmó con el proyecto. Nos regaló los envases y nos entregó el aceite obtenido ya envasado. De las 30 hectáreas de olivos que tiene el campo habremos cosechado 2 hectáreas en un día. Obtuvimos 600 kilos de olivas y 65 litros de aceite luego. Como cada docente buscó la forma de integrar esto a su materia, un grupo de estudiantes de artística diseñó las etiquetas de las botellas, que luego vendimos en la fiesta de la primavera que hicimos en septiembre de este año”, detalló Termansen.
“Cuando lo llevamos a prensar, Messina nos comentó que las aceitunas eran de muy buena calidad, estaban todos re contentos. Se trataba de la variedad Arbequina y el aceite que obtuvimos era suave pero a la vez con notas picantes. Lo recaudado de la venta era para los chicos, así que se destinó a las aulas y a arreglos del edificio”, añadió a continuación.
-¿Cuál fue la recepción de la familia dueña de los olivos? ¿Estuvo contenta con la experiencia?- le preguntamos.
-Sí, tanto las familias como los chicos se prendieron enseguida. Aparte les servía porque ellos no estaban cosechando. De hecho, gracias a esto los Moirano van a retomar su explotación.
-¿Planean hacer una segunda experiencia?
-Sí. Este año cuando quisimos hacerlo no había aceitunas por la escasez del agua en la zona, pero ya tenemos planes de hacerlo en 2025. La cosecha se hace entre los meses de abril, junio y julio.