Desde la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), que nuclea a 80 empresas productoras y comercializadoras de semillas de cereales y oleaginosas, destacaron que han logrado cosechar toda la superficie destinada a cultivos para semilla en el país a pesar de la cuarentena por el coronavirus. La pandemia llegó en plena temporada de cosecha de los cultivos de gruesa (soja, maíz, girasol y sorgo), y hubo que superar variados inconvenientes en todo el territorio y con la proeza de transportar 10 mil cosecheros ‘golondrina’ en medio de la emergencia sanitaria.
No fue un reto menor. En la Argentina, donde se siembran unas 34 millones de hectáreas con cultivos extensivos, existen 430 mil hectáreas destinadas a cultivos para semilla. El 70% se ubica en la provincia de Buenos Aires. Luego sigue Santa Fe y por detrás sen ubican las provincias de Córdoba, Entre Ríos, Chaco, Santiago del Estero, Mendoza y Río Negro.
El director ejecutivo de ASA, Alfredo Paseyro, recordó que el 12 de febrero, cuando comenzó la cosecha de semilla de maíz, se reunieron con el ministro de Agricultura, Luis Basterra, y también con el secretario general de la UATRE, Ramón Ayala, que representa a los trabajadores a campo, para delinear una estrategia especial para la actividad semillera.
Luego llegó el coronavirus, y la cuarentena obligatoria que complicó el traslado del personal (para semilla, la cosecha de maíz debe realizarse manualmente), a pesar de que el sector agropecuario se encontraba exento. “Puedo decir con mucho orgullo que logramos cosechar en cantidad y calidad la semilla de estos cuatro cultivos, con el compromiso de garantizar el aprovisionamiento para sembrar la campaña próxima”, destacó Paseyro.
En cuanto a los cultivos, la soja representa el 82% del área total para la obtención de simientes, con 354 mil hectáreas. Luego sigue el maíz, con 13% y 54,5 mil hectáreas. Hay otro 3% de la superficie dedicada al girasol y 7.500 hectáreas con sorgo. Todo el maíz se hace bajo riego, para garantizar la calidad genética de la semilla.
Paseyro destacó que para poder llevar a cabo la tarea sin complicaciones siguieron protocolos parecidos a los de la industria molinera. “Somos parecidos en cuanto al acondicionamiento y embolsado de la semilla, ya que entran camiones y se procesa el material”, describió.
Además, el directivo mencionó la curiosidad de que aviones de American Airlines llegaron en plena pandemia al país para llevarse semillas de soja y maíz, que se necesitaban para sembrar en otras latitudes. “Somos un gran productor de semillas en contraestación para el Hemisferio Norte. Allí hubo que trabajar de la mejor forma con el INASE, Senasa y Aduana, que estaban con la dotación muy reducida. Esa fue una tarea de mucha confianza entre todos y quiero agradecer el trabajo de todas las autoridades”, mencionó el directivo.
La presidenta de ASA, Lorena Basso, describió una anécdota en cuanto a esta esta particular campaña: “En Río Negro se dispararon los casos en pleno inicio de cosecha y las autoridades restringieron todo tipo de movimiento. Allí hubo que trabajar de forma muy rápida porque la ventana de cosecha es corta debido a la llegada de las heladas. Gracias a Dios, después de tres semanas de negociaciones, se pudo articular con Nación, Provincia y Municipio”.