En el mejor de los casos la superficie argentina de trigo de la campaña 2024/25 se mantendría sin cambios con respecto a lo implantado en el ciclo anterior a pesar de las abundantes reservas de humedad presentes en la mayor parte de las regiones agrícolas.
Así lo indica el informe de pre-campaña de trigo publicado este miércoles por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el cual remarca que el área por sembrar se ubicaría casi un 7% por debajo del promedio del último lustro.
“A pesar del elevado nivel de incertidumbre que arrojan los resultados preliminares, la situación actual se sitúa, a diferencia de las últimas tres campañas, frente a un escenario agroclimáticamente favorable para la siembra”, apunta el informe.
“Esta recuperación apuntala la intención de siembra del cereal fundamentalmente sobre el margen oeste del área agrícola, donde la sucesión de temporadas invernales secas impactó negativamente causando no sólo una fuerte retracción del área sembrada desde la campaña 2021/22, sino también una considerable caída en la performance del cultivo, provocando mermas en la producción de hasta un 35% en la campaña 2022/23”, añade.
Por otra parte, ciertas cuestiones de manejo (rotación de cultivos, preservación del suelo, control de adversidades biológicas y economía del agua) y la necesidad de refinanciamiento a partir de la siembra de un cultivo que pueda cumplir un doble propósito (cosecha de grano comercial o consumo como recurso forrajero), son otros de los factores que, en segunda instancia, también actúan a favor de la intención de siembra de trigo.
Sin embargo, a pesar de la considerable mejora en las reservas del perfil, la previsión de un año atravesado por el fenómeno “La Niña”, lleva a muchos productores a optar por realizar barbechos largos con el objetivo de reservar la humedad almacenada recientemente para los cultivos de gruesa del próximo ciclo.
“Por otro lado, el marco económico establece algunos obstáculos a la hora de definir el planteo productivo del cereal. Los costos elevados de los insumos dados los precios del cereal comprimen los márgenes proyectados afectando la competitividad del cultivo”, resalta el documento.
“En consecuencia, tras la recopilación de los datos más relevantes que delinearían la intención de siembra para el próximo ciclo, se observa una posible estabilidad en el área de siembra del trigo, igualando las 5,9 millones de hectáreas alcanzadas durante el ciclo anterior, quedando este valor supeditado a la evolución de las variables no solo climáticas, sino principalmente de las económicas de aquí hasta el momento de comenzar con las labores de implantación”, resume.
El próximo 9 de mayo se realizará el Lanzamiento de Campaña Fina de la Bolsa de Cereales en el marco del Congreso A Todo Trigo, organizado por la Federación de Acopiadores de Granos, en el cual se completará el análisis con las estimaciones de producción, exportaciones y producto bruto para ambos cereales de invierno (trigo y cebada).