Para crear consciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible, la ONU declaró el 20 de mayo como Día Mundial de las Abejas. En ese marco, el Ministerio de Agricultura presentó una nueva edición de la campaña federal “Más miel todo el año”, cuyo objetivo es destacar el consumo de la miel como alimento de calidad y poner en valor el trabajo de los apicultores de todo el país.
En Argentina se consumen alrededor de 6.000 toneladas de miel por año. El 80% de la producción restante –unas 70.000 toneladas aproximadamente- es exportado, lo que ubica a nuestro país como el segundo exportador a nivel mundial por detrás de China.
¿A dónde exportamos? Principalmente a Estados Unidos que es quién más miel en forma directa adquiere. En segundo lugar queda la Comunidad Europea –siendo los principales compradores Alemania, Italia, Francia, España- y en tercer lugar Japón. Ese último es el que más calidad exige.
Según datos del Ministerio de Agricultura, nuestro país cuenta con más de 15.000 productoras y productores registrados en Registro Nacional de Productores Apícolas (RENAPA) y más de 3,5 millones de colmenas, generando unos 100.000 puestos de trabajo de manera directa e indirecta.
En los últimos años Argentina ha realizado una gran tecnificación en el sector apícola, sobre todo de la mano de la informática, y ha logrado implementar el Sistema Integral de Trazabilidad Apícola (SITA) en prácticamente toda la cadena.
“Uno como consumidor puede seguir el tambor de miel. Hoy cada tambor de miel tiene una oblea con un código de barras, eso se escanea y automáticamente dice quien fue el apicultor que lo lleno, de que apiario, en que sala de extracción se saco, si hubo intermediarios, quien fabrico el tambor, quien fue la firma exportadora”, explicó a Bichos de Campo Lucas Martínez, presidente de la Sociedad Argentina de Apicultores (SADA)
Martínez indicó que esto surgió de la mano de una pérdida de confiabilidad a nivel internacional que ocurrió en 2020, a causa de problemas con mieles adulteradas. “La miel mezclada con jarabe de arroz en determinada proporción de difícil de distinguir. Eso hizo que Argentina perdiera muchos mercados”, señaló el presidente.
Eso generó incluso que algunas asociaciones apícolas en Estados Unidos, como la American Honey Producers Association y la Sioux Honey Association, presentaran una petición al Departamento de Comercio y la Comisión Internacional de Comercio para solicitar sanciones por dumping a la miel a granel importada desde Brasil, India, Ucrania, Vietnam y Argentina.
Los apicultores estadounidenses sostienen que entre 2018 y 2020 fueron perjudicados por las ventas de miel importada a precios mucho más bajos de los que se conseguían localmente.
“Argentina hizo un trabajo muy profundo junto a representantes de la Federación Mundial y logramos muy de a poco comprar aparatos para aduana, para hacer resonancias magnéticas nucleares y captar estas modificaciones. Eso hizo que muchos importadores de miel barata falsificada dejaran de hacerlo”, indicó Martínez.
Sin embargo el problema aún no se solucionó ya que el gobierno de Estados Unidos aún no ha tomado una decisión.
“Argentina en realidad estuvo atada a vender a bajo precio, nunca debajo del costo, por la adulteración, no por idea propia. Por suerte, a través de la Cámara de Exportaciones de la República Argentina, se reunieron todos los exportadores de miel y Cancillería y el Ministerio de Agricultura empezaron a trabajar en conjunto para hacer una defensa de país frente a esta cuestión legal de dumping”, agregó el presidente de SADA.