En el departamento de San Justo, en la provincia de Santa Fe, la familia Alonso mantiene una restricción autoimpuesta desde hace por lo menos once años: evitan a toda costa realizar soja sobre soja. Por eso es que en la parte agrícola de su extenso campo mixto apuestan con todo a las rotaciones y cultivos de servicios, que los han catapultado en rendimientos y en cuidado de la biodiversidad del suelo.
Quién tomó la posta de esta iniciativa fue José Peco Alonso, sobre el que ya les adelantamos a los lectores que consiguió convertirse en el exponente de un novedoso cultivo a nivel mundial, como lo es la camelina. Con su hermano Diego Alonso y del trabajo ganadero que realizan en el campo familiar hablaremos en una próxima nota.
Hace ya tiempo que José tiene tatuado el que supo ser el lema de Aapresid durante varias campañas: “Siempre vivo, siempre verde”.
“Mantener el sistema siempre verde es la captura de carbono permanente. Significaría capturar materia orgánica en forma permanente, sobre todo en el invierno donde el campo argentino tiene entre un 40% y un 50% de tierra sin cultivarse”, dijo a Bichos de Campo el productor y agrónomo santafesino.
Mirá la entrevista:
Con esto en mente es que José pensó en la posibilidad de obtener servicios de los cultivos, y uno de los elegidos fue la camelina.
“Ella tiene un sistema radicular pivotante, profundo y se trabaja con 300 plantas por metro cuadrado. Tenemos 300 zanahoritas pivotantes que están perforando el suelo. Y eso obviamente, aparte de capturar carbono, deja el suelo mucho más mullido y aprovecha mejor las lluvias. Las captura mejor porque mejorás la infiltración”, explicó Alonso.
El impacto en el suelo de las crucíferas como la camelina es algo que se nota en el corto plazo. De acuerdo con el agrónomo, ellas son capaces de aumentar el posterior rinde que tendrán los cultivos que vengan después.
“En la zona nuestra tenemos 1000 a 1100 milímetros por año. El promedio de la soja acá sobre trigo está entre 25 y 27 quintales en un año normal. Hacer una soja sobre una crucífera, ya sea camelina, colza o carinata, significa sacarle cinco quintales a la soja sobre trigo. Por lo menos está seguro entre 30 y 32 quintales. Eso por el por la por la mejora en infiltración y por el menor uso de agua en el ciclo anterior”, señaló.
Y la prueba de estos efectos positivos se vio durante la sequía, ya que la familia pudo facturar tanto en inverno como en verano alternando la rotación.
“Se sembró colza, camelina y todo eso fue a soja y maíz. Hicimos en total, entre colza y camelina, 900 hectáreas, y la soja terminó rindiendo 17 quintales. Tuvimos lotes en los cuales pudimos trillar 13 quintales de soja sobre camelina, y lamentablemente el vecino de al lado que hizo soja sobre trigo no la pudo trillar”, contó Alonso.
Este año se convirtió en el tercero de la familia en cuanto a la producción de camelina. Empezaron con 120 hectáreas de camelina sobre 100 de soja y 20 de maíz. En el segundo año el número escaló a 540 hectáreas de camelina y durante el 2023 esa superficie creció a 620 hectáreas sembradas de este cultivo de servicio.
“Dicen que soy el productor más grande del planeta”, celebró el productor entre risas.
-¿Se complica la tarea agrícola cuando incorporás este tipo de cultivos?- le preguntamos a José.
-Yo siempre digo que el que produce trigo o soja en nuestra zona, el 15 de noviembre levanta el teléfono y pide un camión para mandar la mercadería. Con esto no. Hay que ser un contrato en el cual te comprometes a sembrar el cultivo. Se siembran entre 12 y 15 kilos de una semilla muy chiquita, con lo que se apunta a 300 plantas por metro cuadrado, y después no tiene grandes complicaciones. Compite muy bien con las malezas y no tenés plagas de insectos.
A continuación, añadió: “Lo que pasa es que los agrónomos veo siempre que somos un poquito freno, porque al no conocer no nos metemos. Es más fácil hacer un trigo porque ya está todo escrito y hace 100 años que venimos haciendo trigo. En cambio al hacer camelina te salís de la de la huella y eso necesita experiencia y recorrer”.
-¿El contrato te asegura un mercado?
-Obviamente tenés un precio asegurado y luego tenés que hacer tus números.
-Hace diez años tomaron la decisión de empezar a incorporar un esquema de rotación muy intensivo. ¿Mejora el suelo?
-Sí las mejoras son muy lentas en cómo medimos nosotros los agrónomos. Porque medimos materia orgánica total, carbono. Los valores que tenía hace diez años estaban en 2,2, de materia orgánica y hoy tienen 2,3 a 2,4. Yo lo que creo en el fondo es que cultivar en esta zona en un sistema siempre verde detiene el proceso de deterioro, porque la materia orgánica se está quemando en forma permanente. La humedad y los microorganismos están trabajando y están permanentemente quemando lo que vos acumulaste en el invierno o en el verano. Si logras hacer un sistema siempre verde, al momento detenés eso. En la medida que tenés mayores rendimientos, empezás a acumular materia orgánica. Pero yo diría que no hay forma de capturar materia orgánica y de mejorar los suelos si no cultivás.
-Estás convencido que este es el camino.
-Sí, este es el camino. Para mí hay que intensificar el uso del suelo. Trazando una línea de Rosario hacia el norte, los cultivos rinden menos, por ende capturamos menos materia orgánica para el suelo y las temperaturas y la humedad son mayores. Entonces quemamos más materia orgánica. ¿Cómo hacés para lograr capturar materia orgánica? Tenés que intensificar las rotaciones. En la medida que nos vamos a las zonas más marginales, la única que nos queda intensificar el uso del suelo y lograr en la medida por lo menos un siempre verde y incrementar los rindes para capturar más materia orgánica.
-¿Hay alguna otra opción aparte de la camelina que esté dando vueltas en tu cabeza o se acabó la paleta?
-No, no se acabó la paleta. Si vos me decís a mí qué me gustaría bueno, me encantaría tener el 100% del campo con alfalfa en pastoreo rotativo intensivo. Me parece que esa es la mejor captura de carbono. Obviamente con una alfalfa muy densa, con mucho volumen de producción y con altas cargas. Nosotros estamos trabajando acá en Alfalfa en alrededor de 1500 a 2000 kilos de carga por hectárea y eso permite altas producciones de materia seca, buena rotación, buena brotación de las alfalfa y bueno producción de carne por hectárea.