Las naciones productoras de girasol no lograrán compensar en la próxima campaña 2022/23 el déficit de oferta de girasol generado por el conflicto ruso-ucraniano .
El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) proyectó para el nuevo ciclo una cosecha mundial de girasol de 50,7 millones de toneladas, una cifra 12% menor que la registrada en 2021/22, las cual, afortunadamente, había sido récord.
Las mayores disminuciones de área y producción, obviamente, se esperan en la zona donde se desarrolla el conflicto bélico: Ucrania, Rusia y Moldavia.
Como contrapartida, se proyecta un crecimiento de la siembra de girasol en Argentina, EE.UU., Serbia, Turquía y la Unión Europea. Pero, aún con el factor climático a favor, no se prevé que la producción pueda cubrir el “bache” dejado por las naciones en conflicto.
EL USDA estima que el consumo mundial de semillas de girasol en 2022/23 disminuirá solo un 3 por ciento a 50,1 millones de toneladas, ya que es probable que las existencias récord mantengan fuerte la demanda de trituración.
La demanda mundial de aceite de girasol fue pronosticada en 18,1 millones de toneladas en 2022/23, casi sin cambios con respecto al ciclo anterior.
“Se proyecta que la fuerte demanda de aceite de girasol impulsará el comercio con un crecimiento de las importaciones del 2% para alcanzar en la nueva campaña un volumen de 9,1 millones de toneladas”, indica el informe del USDA.
“La mayor demanda de importaciones de aceite de girasol sería impulsada principalmente por la Unión Europea e Irán, seguida por compras firmes por parte de China, India y Turquía”, añade.
El crecimiento se sustentará en base al consumo de las reservas globales, que caerían en 2022/22 un 16%, asumiendo, claro, que las cosechas serán normales en cada una de las naciones productoras fuera del área de conflicto.