Si hay algo que Bichos de Campo no hará es defender al gobierno de Cambiemos ni encaramarse de alguna de las dos orillas de la grieta política que divide el país. Pero nos resultó absurdo y llamativo que el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que supuestamente integra un gobierno nacional y popular, criticara al ex ministro de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere, por impulsar una mayor desconcentración en el negocio de exportación de carnes entre 2016 y 2019.
Trágame tierra. ¿No se supone que el peronismo era el que estaba en contra de los grupos más concentrados de la economía?
Al justificar el cepo a las exportaciones de carne vacuna que todo el sector agropecuario repudió en el convocante acto de San Nicolás del viernes, Kulfas dijo que con esa medida “lo que estamos buscando es una organización mucho mejor del sistema productivo de carnes que estaba funcionando con un montón de dificultades”.
Fue entonces que metió la grieta en el medio: “El ex ministro Etchevehere es responsable de eso, porque él antes de irse generó un montón de autorizaciones, de nuevas unidades para exportar que generaron y fueron parte del problema, así que no debería hacerse tanto el distraído al respecto”.
Kulfas, sin duda, se refería a la mayor participación de empresas de matarifes y grupos de productores, así como de plantas consumeras, que pudieron comenzar a participar en el negocio de la exportación de carne a partir de que en 2018 la Argentina firmó con China los protocolos sanitarios necesarios para comenzar a exportar hacia allí carne congelada y con hueso. La demanda fue tanta que muchos operadores no tradicionales vieron la veta y obtuvieron las habilitaciones sanitarias para poder exportar. En poco tiempo, China absorbía el 75% de las exportaciones totales y la cantidad de exportadores se amplió de unos 40 frigoríficos tradicionales a más de 100 operadores, algunos con planta y otros no.
Ese es el “desorden” que ahora el ministro de Alberto Fernández dice querer arreglar. Su queja respecto de Etchevehere (que poco tuvo que ver, pues las nuevas plantas habilitadas las autorizó la propia China) es poco sólida. Pero va en línea de la queja constante del Consorcio ABC, la entidad que agrupa a los grandes frigoríficos exportadores, varios de ellos de los grandes grupos brasileños, que vieron amenazada su supremacía histórica en el negocio.
Kulfas se recibió así de empleado del mes de ese bloque empresario. Por cierto, durante todos estos meses fue con esa entidad con la única que mantuvo negociaciones, desoyendo al mismo tiempo los consejos y opiniones de matarifes, grupos de productores, de las entidades de la Mesa de Enlace y de los consignatarios. El presidente del Consorcio ABC, Mario Ravettino, fue durante todo este tiempo su interlocutor privilegiado. Esto ya había sucedido cuando ese mismo dirigente empresario se reunía periódicamente con Guillermo Moreno y Ricardo Echegaray, durante el cierre de carne que el kirchnerismo mantuvo entre 2006 y 2015.
No sería grave si los cupos de exportación que el ministro Kulfas y su par de Agricultura, Luis Basterra, repartieron entre empresas como modo de reducir un 50% los volúmenes de carne exportados a China no hubieran sido distribuidos solo entre 60 plantas frigoríficos, es decir tomando los antecedentes exportadores de 2020 por el número de habilitación de planta y no por el CUIT del exportador o los embarques registrados en la Aduana. Con esta decisión, 10 frigoríficos concentran el 54% de los tonelajes autorizados. Y los primeros 20, casi el 90%. Adivinaron, todas ellas son socias del Consorcio ABC.
También con esa entidad que forman los frigoríficos Swift, Gorina, Arre Beef, Rioplatense, Friar, Coto. La Anónima y Marfrig, entre otros que han controlado históricamente el 80% de las exportaciones de carne, estuvo negociando Kulfas una nueva flexibilización que presuntamente se anunciará la semana que empieza, en la que se pretende incorporar mayores permisos para exportar vaca conserva y carne a Israel, pero dentro de los mismos cupos asignados a esas empresas.
“Los precios de la carne han comenzado a estabilizarse en las últimas semanas, incluso alguna baja se ha observado, y vamos a trabajar en que se consolide una tendencia de precios. Es el primer objetivo. Han arrancado las diferentes ofertas de cortes, así que esperamos consolidar esto”, explicó el ministro de la Producción, quien pareció así comenzar buscar la puerta de salida para el embrollo que el mismo gobierno creó, y que hasta ahora solo provocó la caída de los precios de la hacienda vacuna (perjudicando al productor) sin que se verifique una baja de precios de la carne en beneficio del consumidor.
Kulfas, que primero prometió un cepo hasta fines de julio, pero al firmar el decreto lo estiró hasta fines de agosto y además prohibió exportar siete cortes particulares hasta el 31 de diciembre de 2021, ahora afirmó que “las medidas que adoptamos respecto a las exportaciones son transitorias”.
“Estamos trabajando en algunas medidas particulares, de mejorarlas, de calibrarlas un poco mejor, lo conversado porque tiene que haber algunas con controles internos”, agregó. También dijo que “estamos buscando organizar bien al sector, que aumente la producción”, como si eso fuera posible hacerlo en el corto plazo -no lo es- y no dependiera sobremanera de las señales de estabilidad que precisa un negocio como el ganadero.
El ministro volvió a menear que están trabajando en un demoradísimo plan ganadero. Y contó: “La semana pasada me pasó algo particular porque nosotros hemos circulado el documento base del plan ganadero y mucha gente del interior, del sector ganadero que lo leyó decía: ‘Esto me parece que esta bueno.’ La verdad que esta idea de ayudar al pequeño productor con financiamiento a retener parte del ganado, a poder venderlo con un peso más alto, darles el apoyo financiero, lo veían bien”.
Por cierto, todavía no se anunció ninguna medida concreta en ese sentido. El borrador de financiar a los productores para que retengan ganado y así se levante el peso promedio de faena viene siendo escrita por los sucesivos gobiernos desde 2000 a la fecha. Pero nadie la aplicó. La excusa siempre es la misma: que escaséan los fondos.
“El objetivo no es restringir nada. El objetivo final es aumentar la producción, garantizar que el mercado interno quede bien abastecido, a buenos precios y aumentar las exportaciones. La salida es por arriba”, enfatizó Kulfas, quien parece decidido a quedar en la historia como el ministro que finalmente abrió las exportaciones, en vez de quedar como el ministro que las volvió a cerrar como había hecho Moreno en 2006 y que les volvió a entregar el negocio en bandeja a los exportadores tradicionales del Consorcio ABC, quitando del juego a otros molestos competidores.
Abuelo, estoy confundido… ¿No era que el peronismo buscaba enfrentar a los sectores más concentrados de la economía?
En declaraciones a CNN Radio, el ministro lamentó el cariz opositor que tomó el acto de San Nicolás, con la presencia de Etchevehere y otros dirigentes ligados al PRO, como la presidenta de ese partido, Patricia Bullrich. Manifestó su esperanza de que la Mesa de Enlace no se suba a ese tren: “Ojala predomine una mirada sectorial, que podamos discutir los problemas del sector, y también en un contexto más general.”
“Está muy bien escuchar defender la problemática del sector agropecuario pero también tenemos que ver qué ocurre en el conjunto con la sociedad argentina. Lo que pasa con la carne, que ha subido el precio de manera injustificada y esto afecta a sectores de la sociedad argentina”, añadió.
Y cerró: “No es que estamos trabajando en contra de alguien, estamos trabajando para encontrar soluciones en conjunto que beneficien a todos: a los productores agropecuarios, pero que fundamentalmente beneficie al pueblo argentino, a la gente que necesita acceder a los alimentos a precios razonables”.
Por ahora los únicos que festejan son los grandes frigoríficos exportadores, los mismos de siempre.
Dice un refrán inglés: “cuando se traten temas importantes, si no estás sentado a la mesa, entonces,…. estás en el menú”.
Ravettino y Gobierno, estaban sentados a la mesa, los matarifes y los productores agropecuarios,… en el menú.
Digamos basta!!