Con la firma del presidente Alberto Fernández y de todos sus ministros, incluyendo al fallido candidato Sergio Massa, el gobierno comenzó la transición con una devaluación contenida del llamado “dólar exportador”, que dejó de ser “fernet” (70/30%) para convertirse en un mix de dos mitades (50/50%) entre el dólar oficial y el dólar financiero. Esto daría un valor de mercado para la divisa obtenida por negocios de exportación superior a los 600 pesos por dólar.
El nuevo dólar exportador regirá empero por muy poco tiempo, hasta el 10 de diciembre próximo, cuando debe producirse el cambio de manos del poder entre el gobierno de Alberto y el presidente electo Javier MIlei, quien deberá entonces dar señales en materia cambiaria antes de esa fecha.
“Establécese, a partir de la fecha de entrada en vigencia de esta medida y hasta el plazo indicado en el artículo anterior (el mencionado 10 de diciembre de 2023), que el contravalor de la exportación de las prestaciones de servicios comprendidas en el inciso c) del apartado 2 del artículo 10 de la Ley 22.415 (Código Aduanero) y sus modificaciones y de la exportación de las mercaderías comprendidas en la Nomenclatura Común del Mercosur, incluidos los supuestos de prefinanciación y/o postfinanciación de exportaciones del exterior o un anticipo de liquidación, deberá ingresarse al país en divisas y/o negociarse, un 50% a través del Mercado Libre de Cambios (MLC), debiendo el exportador, por el 50% restante, concretar operaciones de compraventa con valores negociables adquiridos con liquidación en moneda extranjera y vendidos con liquidación en moneda local”.
Eso es lo que dice el artículo 2° del Decreto 597/2023, que fue publicado esta medianoche en el Boletín Oficial y reemplaza el vencido dólar exportador que había sido fijado el pasado 23 de octubre, y que vulgarmente muchos llamaron Dólar Fernet, porque establecía que solo 30% de las divisas iban a poder comercializarse a dólar más cercanos al libre, por fuera del circuito obligatorio del MLC que maneja el Banco Central.
Ahora, y hasta el cambio de gobierno, se liquidarán solamente la mitad de las exportaciones frente a ese ventanilla a un tipo de cambio “oficial” que ronda los 340 pesos. Y la otra mitad puede inyectarse en el circuito financiero a una cotización “contado con liquidación”, que en las últimas horas fue de 845 pesos. El resultado es que los exportadores tendrán una divisa más cercana a los 615 pesos, aunque todo dependerá de las cotizaciones que este martes dominen el mercado cambiario.
De este modo, el gobierno (que en los hechos estuvo en manos de Sergio Massa en los últimos doce meses o más) envía una señal al mercado, respecto de que esta es la devaluación tolerable del peso al menos desde su visión. Al habilitar esta fórmula hasta el 10 de diciembre, cumple con la transición ordenada del mando, en materia cambiaria, pero deja a Milei toda la posibilidad de decidir qué sucederá con la brecha y todos los tipos de cambio a partir de esa fecha, cuando desembarque en la casa Rosada.
Esta medida, de inmediato debería repercutir en los precios de los granos que produce la Argentina, lo que favorecerá a muchos productores que se quejaban de tener que vender su producción a un dólar oficial achatado, más las retenciones. Pero esa suba afectará el esquema de costos de muchos otros productores, como los tamberos o los avícolas, que utilizan esos granos para sus actividades.