En la última Expoagro 2023 la empresa Bioceres ya había obtenido el permiso definitivo de Brasil para la siembra de su trigo transgénico HB4 en ese país, lo que suponía el espaldarazo definitivo para su aprobación plena también en la Argentina. Por eso ya no había caras largas en el pabellón de la empresa, que estaba casi por completo dedicado al HB4. Fue entonces un buen momento para revisar con Emanuel Rodríguez Randa, ingeniero agrónomo y líder de este proyecto en Bioceres, cómo sigue la estrategia de la compañía para que finalmente estas tecnologáis puedan ser utilizadas por todos los productores argentinos.
Es que eso es algo que todavía no sucede: un productor argentino puede ir a la agronomía de su pueblo y pedir que le vendan semillas de soja o trigo HB4. Y es algo extraño, porque la tan promocionada tecnología aporta justamente mayor tolerancia de esos cultivos al estrés hídrico o la falta de lluvias, lo que ha sido una característica en las últimas tres campañas. Pero la empresa ha decidido seguir con la cautelosa estrategia de realizar la siembra a través de contratos con una serie de productores bajo contratos de identidad preservada, los que luego se comprometen a entregarle su producción.
Rodríguez Randa nos dejó claro que esto seguirá siendo así durante la campaña que se avecina con el trigo HB4, cuando se acerca la siembra.
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El agrónomo recordó que el HB4 es “una tecnología que surgió de la interacción público privada entre el Conicet y Bioceres, cuando se introdujo principalmente en dos cultivos -soja y trigo- un gen que viene del girasol y que otorga una tolerancia a la se1uía porque una de las características principales que tiene el girasol es que resiste las situaciones más difíciles de estrés hídrico. Por eso es uno de los mejores cultivos, por ejemplo, de lo que son los suelos arenosos, donde suele faltar más el agua”.
-Este es el famoso primer transgénico argentino, del cual han hablado presidentes, ministros y un montón de personas. Hasta ahora estaba en el laboratorio y recién hace poco tiempo está llegando al campo. ¿En qué etapa del proceso estamos?
-Como bien decís el gen comenzó a introducirse en soja y en trigo. Empezamos primeramente con dos variedades de trigo y hoy podemos contar que en el programa de trigo contamos con cinco variedades inscriptas en el INASE para poder posicionar a cada una en una zona productiva. De acuerdo a la subregión triguera donde nos encontremos, vamos a contar con una variedad que va a contar con esa tolerancia a la sequía.
-Esta última campaña fue recontra seca, sequísima. La pregunta obvia es si vos le introdujiste el gen para que aguante la sequía, ¿finalmente el trigo HB4 aguantó mejor a la sequía?
–Además de los ensayos con productores, tenemos sitios propios que lo venimos manejando. La respuesta es que vimos muy buenas respuestas, y se evidenció más que en los ambientes que estuvieron por debajo del promedio del año pasado, de alrededor de 2200 kilos/hectárea, allí tuvimos las mejores respuesta del gen HB4. En los campos donde se obtiene menor rendimiento en general, vimos una mayor expresión del gen.
-¿Cómo se mide eso? ¿De qué manera se ve que resultó un poco mejor? Me imagino que el gen no realiza milagros frente a una sequía.
-No, no es que que realice milagros el gen, pero lo que pudimos es comparar en esos ensayos que teníamos todas las variedades HB4 y toda las variedades no HB4 y lo que obtuvimos ahí fue en ambientes menores a 2000 kilos, hubo hasta el 40% de incremento de rendimientos. Y en campos de entre 2000 a 4000 kilos, alrededor de entre 7% y 8%. Ya por encima de los 4000 kilos, que la verdad hubo muy poca cantidad de estos ambientes, incluso ahí obtuvimos respuestas cercanas al 6%.
-Es decir que siempre las parcelas con HB4 han tenido mejor resultado que las convencionales, pero cambia la diferencia según el rendimiento. ¿Es un poco ése el resultado?
-Exactamente. Un análisis interesante que hicimos fue comparar la mejor HB4 con la mejor convencional en cada zona y ahí surgió todo esto que vimos de incremento en el rendimiento.
-¿Entonces están seguros que este transgénico puede salir a la cancha y que finalmente será un aporte al agro argentino?
-Estamos muy seguros de eso y a su vez tenemos ya variedades para posicionar en cada subregión, con ciclos intermedio largo, con ciclos intermedios y con ciclo intermedio corto.
-Imaginemos que yo soy productor, me llueve mucho y recupero perfil… Tengo ganas de revancha y voy a sembrar trigo a lo pavote. ¿Ahora en julio puedo sembrar el HB4? ¿Puedo ir a comprar a la agronomía esas semillas y sembrarlas?
-No, todavía seguimos manejándolo con elsistema comercial actual de Generación HB4, que es un circuito cerrado entre productor y Bioceres, para esperar los nuevos avances en la reglamentación de la liberación de la tecnología.
-¿Esto a pesar de que Brasil finalmente aprobó?
-Exactamente. Este año la vamos a seguir cuidando a la tecnología de esa manera hasta avanzar en los próximos meses con la reglamentación del HB4.
-¿Y si yo no me quiero quedar con las ganas de sembrar el trigo HB4?
-Para eso tenemos toda la plataforma del programa Generación HB4, donde cualquier productor de Argentina se puede contactar para poder probar a las variedades.
-¿Qué me exige Bioceres para ser parte de ese programa?
-Principalmente lo que se exige es un control. Voy hacer ese grano, pero siempre va a ser propiedad de Bioceres. De esta manera el productor solo va a prestar los servicios de siembra, de cosecha y demás.
-¿La idea es que la producción de HB4 no se cruce con la del trigo convencional?
–Exactamente. La idea todavía es seguir segregando hasta que sigamos avanzando y podamos estar más tranquilos. ¿No?
-Brasil aprobó el cultivo. Es un espaldarazo porque es el segundo país que aprueba el cultivo. ¿Están buscando más países trigueros que avalen esta tecnología?
-Es un espaldarazo muy grande el de Brasil, pero no es al único país al cual se le exporta trigo. Entonces por eso ahí vamos a seguir manejando el programa y cuidándolo de la misma manera. Seguramente vayamos tras los países que todavía falta para para que aprueben el gen HB4.
-La soja HB4 se aprobó en la Argentina incluso antes que el trigo que ahora se está sembrando. ¿Por qué no avanzaron más rápido también con ese cultivo?
-Tal vez la ganancia en soja fue un poco menor a lo largo de los años. Pero ya está campaña estamos con materiales de soja. Te doy un ejemplo del grupo 4, que son ya muy competitivas y que seguramente estemos sumando al programa la campaña que viene.
-Pero por ahora en soja solo siguen con ensayos- ¿No hay liberación a campo ni acuerdo con productores?
-Estamos trabajando con de la misma metodología que en trigo, pero con un volumen menor de hectáreas. Pero estamos trabajando ya con con algunos materiales de soja, en la cual vemos mejor expresión del gen. En el caso de trigo ya tenemos variedades para el 100% de la superficie de trigo en Argentina. En soja está más segmentado para ciertos ambientes y zonas donde se ve la expresión del gen.
-¿Entonces van incorporando paulatinamente el gen a distintas variedades?
-Exactamente. Lo más novedoso es que ya está en los grupos de madurez de mayor inclusión en el mercado, como son los 4 medios. Contamos con variedades que están a la par de los testigos comerciales que utilizamos en soja.
-¿Y en los ensayos con soja también se expresa bien el HB4?
-Y muy bien. Een el mismo tipo de ensayo utilizamos distintos tratamientos de riego, de manera de ir reduciendo el riego y poder ver mediante líneas, el efecto del gen. Y la verdad que las resultados que tenemos son también muy interesantes.
Lo que están ensayando es con la soja tolerante al glufosinato de amonio, porque las malezas se ríen del glifosato. Y así hasta el colapso.