La ciudad bonaerense de San Pedro guarda lindas historias, sencillas y de mucho esfuerzo. Una de ellas es la de Eliseo Almada, que es cuarta generación de estibadores en el puerto local y llegó a trabajar hombro a hombro junto a su abuelo. Eliseo luego comenzó a representar a los trabajadores en el Consorcio de Gestión de esa estación portuaria ubicada sobre el Río Paraná y llegó a presidirlo desde 2019.
A diferencia de las grandes terminales de carga ubicadas en los alrededores del Gran Rosario, desde donde sale el 75% de las cargas agrícolas de la Argentina, San Pedro no maneja grandes volúmenes. Almada, de todos modos, se enorgullece que en 2020 se batió el récord de carga de graneles, con 600 mil toneladas, desde el único elevador, que antes perteneció a la ex Junta nacional de Granos y desde hace un tiempo es administrado por la firma Grobocopatel Hermanos. Antes del récord, San pedro solo movía de 120 mil a 130 mil toneladas anuales.
El viraje tiene que ver con la decición de convertir al puerto de San Pedro en un puerto especializado en alimentos. y especialmente en la exportación de granos no transgénicos, que deben ser segregados de las cargas convencionales.
“Se prevé que San Pedro sea un puerto verde dentro de la Hidrovía, donde solo se manipulen alimentos. De hecho nuestro principal cargador y mercado es Estados Unidos y el puerto ha cumplido con todos los controles y estándares fitosanitarios que ese país impuso”, dijo Almada en diálogo con Bichos de Campo.
El puerto, que por estos días está operativo a pesar de la bajante, y que puede cargar buques con hasta 30 mil toneladas en estas circunstancias, está perfilándose como puerta de salida de especialidades: Los Grobocopatel (no Los Grobo) están cargando desde allí soja y maíz no OGM, y también se hacen embarques de trigo y recientemente hicieron pruebas de envío de carinata tanto a Estados Unidos como a Francia, cuyo destino final es generar un aceite para biodiesel de segunda generación.
Mirá la entrevista completa a Eliseo Almada:
El primer día de operaciones de este sencillo puerto de río fue el 25 de mayo de 1933, con la llegada del primer buque. “Es una historia rica de un puerto chico pero estratégicamente importante dentro de lo que es la Hidrovía, porque San Pedro está ubicado antes de los pasos críticos del río Paraná como el paso Los Ratones o el paso Las Hermanas. Son los pasos que marcan la determinante de los buques que pueden operar en la zona de Ramallo, San Nicolás y los puertos del Gran Rosario”, explicó el presidente del Consorcio.
Almada indicó que el puerto de San Pedro cuenta con una ventaja al estar antes de la bifurcación del río Paraná. “Aguas abajo el puerto Paraná se bifurca en el Paraná de Las Palmas y en el Paraná Guazú. Quien quiera venir a operar a San Pedro puede tomar esas dos alternativas por una cuestión de navegabilidad más ágil. Por eso digo que aunque sea un puerto chico es muy estratégico para la provincia de Buenos Aires”, reflejó.
También recordó sus inicios dentro del puerto. “Cuando decidí terminar los estudios y salir a buscar trabajo mi abuelo me trajo a trabajar el puerto y ahí encontré mi lugar en el mundo. Es una satisfacción, después de haber pasado tantas cosas, llegar a la presidencia y a la dirección del puerto”, rememoró.