Contra todos los pronósticos, la demanda china de carne vacuna sigue a paso firme. Al menos eso reflejan los datos sobre sus importaciones del primer trimestre del año.
Hace pocos días el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) pronosticó una caída de las importaciones del gigante asiático para este año, pero eso no es lo que está sucediendo, al menos por ahora.
“De acuerdo a los datos recientemente informados por la Administración General de Aduanas de China (GACC), en marzo las importaciones de carne vacuna totalizaron 243 mil toneladas, 7% más que lo registrado en febrero y 15% superior al volumen informado en igual mes de 2023”, indicó la analista del Rosgan María julia Aiassa.
En tanto, en lo que va del año, de enero a marzo, las importaciones de carne vacuna de China sumaron 771.127 toneladas peso producto, una cifra que comparada con el año pasado “resulta 22% superior en volumen”, indico la analista, que sigue el tema con atención porque China absorbe el 75% de las exportaciones totales de carne de la Argentina.
En precios la cuestión es otra. “Los valores informados en marzo mejoran apenas un 2% respecto de los de febrero, explicado por un ligero incremento en los precios pagados por la carne congelada sin hueso. El resto de los cortes continuaron con valores en baja durante el último mes”, dijo Aiassa en el informe semanal del Rosgan.
Eso se refleja en los valores de exportación que registran las empresas argentinas. De acuerdo con los datos publicados por la Asociación de Productores Exportadores (APEA), los cortes de Garrón y Brazuelo se venden en 4100 dólares por tonelada, lo que significa una caída de casi 10% en el último mes y de 25% respecto de los 5.500 dólares que costaban en abril del año pasado.
Los sets de vacas valen ahora 3.100 dólares, también cayeron poco menos de 10% en las últimas semanas y a su vez 33% inferiores a los 4.600 dólares de hace un año.
Esta caída en los precios complica a los exportadores, que si bien ya no tienen restricciones para vender carne al extranjero deben lidiar con una economía que tiene alta inflación en pesos, con derechos de exportación que siguen en 9%, y que cuentan con un tipo de cambio estabilizado o con mejoras mucho menores a la inflación, lo que resta competitividad al negocio.