Germán Di Bella, un agrónomo y productor cordobés que figura entre los precursores de la industria del bioetanol en la Argentina, será el nuevo subsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca del gobierno de Javier Milei, secundando al secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella.
Di Bella, que hasta aquí era secretario de Desarrollo Económico Comercial e Industrial de Río Cuarto, es uno de los fundadores de la potente empresa Bio4, que transforma el maíz en un montón de derivados, propiciando una economía circular que es el corazón del proyecto de Vilella: agregar valor a los granos producidos en cada región.
El empresario cordobés fue convocado a ocupar esta posición en el gobierno nacional luego de que un comunicado de CRA salpicó de sospechas al anterior candidato a ocupar ese cargo, el también productor Germán Paats, quien quedará en la estructura de Vilella como coordinador de gabinete, junto al ex presidente de Maizar, Pedro Vigneau.
Por cierto, este jueves también se conoció el reemplazo de Vigeau por Federico Zerboni, quien asumió como nuevo presidente de Maizar. Se trata de un ingeniero agrónomo y productor agrícola-ganadero. Zerboni SRL es una compañía familiar ubicada en San Antonio de Areco y Jesús María.
Pero volviendo a Di Bella, que virtualmente se convertirá en el segundo al mando de la flamante Secretaría de Bioeconomía, su designación refleja una fuerte apuesta del nuevo gobierno por el agregado de valor en origen, una tendencia que encuentra en Río Cuarto, y más precisamente en el caso de Bio4, uno de sus principales escenarios.
Según relató una nota de “El Podcast de tu vida” que reproducimos en Bichos de Campo, Di Bella es un agrónomo (iba a ser veterinario pero modificó esa decisión), con dos padres empleados públicos (YPF y Obras Sanitarias), y que proviene de una una familia que no estaba ligada al campo ni la ruralidad. Con el correr de los años fundó Bio4, con la idea de procesar el maíz y producir bioetanol. Fueron cuatro socios iniciales quienes pensaron la idea y fueron a buscar más socios. “Tocaron” a un centenar, entraron casi 30. Hay pasado apenas 11 años de aquel mojón inicial, una inversión compartida de 35 millones de dólares con la que se puso en marcha la primera planta de bioetanol del país.
Muy bueno. Pero mejor sería una función en la estratégica Secretaría de Energía. Dado el marco legal vigente hoy, por ahí pasa la cosa.
Es realmente bueno aprobar cosas así, pero se hacen más evidente las contradicciones de este gobierno, que por un lado favorece la producción de biología etanol y al mismo tiempo saca la obligatoriedad del corte de las naftas, saliendo a favor del looby petrolero, que siempre se opusieron al corte
No se puede seguir gobernando sin un equipo y poniendo un paisano de cada pueblo en las reparticiones públicas