En los últimos años aumentó fuertemente la demanda de carne vacuna de parte de China y eso repercutió positivamente en la rentabilidad de la cría. Esos beneficios fueron reinvertidos, lo que repercutió en una mejora del destete.
Este año “la producción de terneros fue récord: se lograron 15 millones de animales y el destete llegó a casi el 67%, que era un objetivo que nos habíamos planteado para 2030”, dijo José María Romero, Subsecretario de Ganadería de la Nación, a Bichos de Campo.
En el rodeo vacuno hay 670 mil terneros más que el año pasado lo que logró con 23 millones de vacas.
Pero desde el sector privado dicen que eso se revertiría este año. Diferentes voces indican una caída en la producción de terneros y un achique en las existencias de vacas por el impacto de la sequía. Esas proyecciones hablan de una reducción de entre 1,5 y 2 millones de cabezas. Pero Romero consideró que la caída no sería tan importante.
“Los tactos son disímiles. En algunas regiones se sostienen y en otras muestran una tendencia a la baja. Pero en las provincias del centro del país donde está la mayor parte del rodeo, en líneas generales se sostienen. Creo que el destete bajaría entre 1 y 2 puntos, no más, por lo que sería de todos modos bueno lograr el 65%, y eso indica que los productores entendieron que hay que ponerle el mismo empeño y empuje que a la agricultura”, afirmó el funcionario.
Tres grandes cuestiones motivaron la inversión ganadera en la cría: mejoró el ingreso por la exportación a China, la incertidumbre económica obligó a buscar refugio del capital y, además, el productor que se metió en ganadería lo hizo apostando al largo plazo y echando mano a todo para no abandonar la actividad.
Así lo explicó Romero: “El ganadero entendió que tiene un bien en el que se puede refugiar (¿de la crisis económica que profundizó el gobierno?). Si yo tengo un capital espero que me dé un rédito, y eso se logra retirando vaca vieja, apuntando a mas destete y dándole destino de exportación a la vaca vieja. Así se rejuvenece y mejora el stock”.
Luego destacó las ventajas de exportar carne a China: “Eso fue clave para la recuperación del sector de cría. No se pagaba nada por la vaca de refugo y hoy se vende a entre 230 y 250 pesos el kilo. Con una vaca con buena estructura se logran 80 mil pesos y eso ayuda a la reposición de una preñada y joven”.
Eso vienen haciendo los ganaderos hace unos años, aunque en 2023 la seca impedirá que se continúe con el proceso. Lamentablemente ese círculo virtuoso de la apuesta exportación, del acceso a más mercados, fue limitado por las políticas de un gobierno que nunca pudo mirar más allá de sus narices.